INVESTIGADORES
BORTZ Gabriela Mijal
congresos y reuniones científicas
Título:
Redes territoriales participativas para el desarrollo inclusivo y sustentable. Hacia nuevos modelos de gestión CTI
Autor/es:
BORTZ GABRIELA; GÁZQUEZ, AYELÉN
Lugar:
Montevideo
Reunión:
Congreso; Congreso ESOCITE-LALICS 2021; 2021
Institución organizadora:
ESOCITE, LALICS, UdelaR
Resumen:
Este trabajo tiene como objetivo explorar nuevos modelos de gestión participativa en clave situada de conocimientos científico-tecnológicos orientados hacia un desarrollo territorial, socio-productivo, inclusivo y sustentable.En Argentina, el año 2007, la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT) marcó un punto de inflexión hacia un cambio ?tanto desde el discurso estatal como desde la percepción pública- en la relación Ciencia-Tecnología-Sociedad (CTS) en el país. Se aprecia un viraje hacia un creciente consenso normativo que sostiene que la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (CTI) deben contribuir o impulsar procesos de desarrollo económico, inclusión social y sustentabilidad ambiental. En términos discursivos, la noción de ?desarrollo con inclusión social? apareció a partir de 2007 como una dimensión explícita en la constitución de instrumentos, programas y en la construcción de la utilidad social del sistema de CTI argentino. En esta orientación, se buscó promover la utilidad social de tecnologías intensivas en conocimiento científico, sobre todo en biotecnología, nanotecnología y TIC. Desde un enfoque de ?innovación inclusiva?, el discurso estatal postuló que las políticas CTI debían direccionar el Sistema Nacional de CTI para proveer soluciones a los problemas sociales prioritarios del país (MINCYT, s.f.): la exclusión de amplios sectores de la población del acceso a agua y saneamiento, alimentos, energía, educación y salud (MINCyT, 2012). Esto se tradujo durante este período (2007-2015) en un dinámico despliegue de políticas nacionales específicas en varios niveles: creación institucional, planificación plurianual, diseño de instrumentos de política, formación de recursos humanos. Un incremento de asignación de recursos al sector CTI dio lugar a la ejecución de diversas modalidades de instrumentos de política que buscaban acercar la producción CTI a la resolución de necesidades del sector socio-productivo. Con este fin, emergió una amplia batería de instrumentos que promovían diversas estrategias de gestión de la CTI: el fomento a la creación de start ups y/o empresas de base tecnológica (ej. EMPRETECNO, PICT Start Up), la conformación de consorcios asociativos público-privados (ej. Fondos Sectoriales, PAE), programas de vinculación y transferencia tecnológica (VTT) entre la academia y el sector productivo y la profesionalización e inserción de recursos humanos en el área (GTEC, Programa PAR). A nivel institucional, diversas universidades fueron creando o dando mayor relevancia a sus programas y oficinas de VTT y la creación de programas de incubación y aceleración de proyectos tecnológicos. En otro plano, desde el ámbito educativo y en consonancia con visiones recientes sobre la ?tercera misión? de la universidad (Arbo y Benneworth, 2007; Romero et al. 2015), se incrementaron los programas y proyectos de extensión y voluntariado universitario, en la búsqueda de aportar soluciones a problemáticas de sus territorios. Desde la producción de conocimiento, este viraje en la relación Ciencia-Tecnología-Sociedad, también se tradujo en un incremento de experiencias de producción de tecnologías intensivas en conocimiento científico que tienen como denominador común su orientación concreta a resolver problemas sociales, ambientales y de desarrollo local. De tipo disperso, con características dispares, adscribiendo a modelos de gestión muy distintos, estas experiencias responden a motivaciones asociadas al ?compromiso social? de investigadores, grupos de investigación y tecnólogos de contribuir con soluciones a problemas sociales, ambientales y de desarrollo local desde sus espacios institucionales y áreas de experticia. A estas iniciativas las hemos denominado colectivamente ?prácticas de I+D socialmente orientadas? (Bortz, 2017).No obstante, en el relevamiento de prácticas de I+D socialmente orientadas en biotecnología a nivel nacional se registraron varios problemas (Bortz, 2017): por un lado, su carácter aún marginal dentro de las dinámicas de producción de conocimiento prevalentes en Argentina, predominantemente orientadas a la inserción en agendas y redes internacionales y (de manera creciente) a la innovación para la competitividad empresarial. El relevamiento inicial, realizado para el período 2007 y 2015, dio como resultado que de un estimado de 4300 proyectos en biociencias (datos: SICYTAR, 2017; MINCYT, 2016) y un total 1051 proyectos biotecnológicos (Anlló et al, 2016) realizados en Argentina, apenas 66 casos fueron desarrollos tecnológicos orientados explícitamente a resolver problemas sociales y ambientales con intención concreta de implementación (en áreas de salud, alimentos y medioambiente). Por el otro lado, aún en los casos de desarrollos intensivos en conocimiento científico diseñados para resolver problemas sociales y ambientales (y con muy escasas excepciones) la mayoría de los proyectos sólo alcanzó el estadio de prototipos sin implementación, no utilizados o implementados a muy baja escala (Bortz, 2017; Bortz y Thomas, 2019). Del total de 66 casos relevados mencionados arriba, el 62% no logró pasar de la instancia de prototipo (45 casos), el 22,7% logró implementación a escala piloto (15 casos), y apenas el 9% logró escalar bienes y servicios (6 casos) (Bortz, 2017).En este escenario, resultó llamativo que de los 6 casos que habían logrado escalar la producción de bienes y servicios ninguno adscribía a modelos de gestión de la CTI estabilizados: no entraban dentro de las categorizaciones de empresa de base tecnológica, ni start up, ni transferencia de tecnología, ni extensión o voluntariado universitario. Tienen en común una estrecha vinculación con un territorio específico, la articulación de redes extensas con actores heterogéneos más allá de la academia y el sector productivo (organismos gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil, grupos de usuarios, entre otras), la incorporación de conocimientos heterogéneos (científicos, de planificación, de gestión, productivos, logísticos, educativos, entre otros), así como una búsqueda a dar respuesta a un conjunto de problemáticas del entorno socio-productivo, más allá del problema específico que motivó su desarrollo. A este tipo de iniciativas, no estabilizadas y poco transitadas, desarrolladas en los intersticios (y a veces a contramano) de las políticas e instrumentos de CTI, las hemos denominado ?redes territoriales participativas?.¿Cómo se construyen las redes territoriales participativas como estrategia de gestión de la CTI? ¿Cómo vinculan actores, instituciones y conocimientos heterogéneos en el diseño de proyectos científico-tecnológicos para un desarrollo territorial, socio-productivo, inclusivo y sustentable? ¿De qué manera políticas e instrumentos de CTI fomentan o inhiben estas estrategias? Este trabajo se propone explorar estrategias de gestión de la CTI en redes territoriales participativas, analizando su condición de posibilidad para ser implementado en el diseño de políticas de la CTI orientadas al desarrollo territorial, inclusivo y sustentable. Se trabajará en base a dos casos empíricos: (a)La construcción del Centro Científico, Tecnológico y Educativo ?Acuario del Río Paraná? de Rosario (Santa Fe, Argentina), dependiente de la Universidad Nacional de Rosario y la Provincia de Santa Fe, orientado a la conservación ambiental y el uso sustentable del recurso pesquero fluvial (Gazquez y Bortz, 2019). (b)El Yogurito Escolar, un yogur probiótico orientado a resolver enfermedades por desnutrición infantil, diseñado por el Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA-CONICET), en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Tucumán, productores primarios y una PYME láctea. Ambos casos resaltan por una prolongada continuidad temporal y por haber logrado el escalamiento de bienes (Yogurito) y servicios (Acuario).A través de los casos, nos proponemos indagar sobre cuatro dimensiones: (a) la construcción del vínculo con el territorio; (b) la gestión de conocimientos y tecnologías; (b) la articulación de redes tecno-productivas; (d) la gestión organizativa de los proyectos y generación de dinámicas participativas.