INVESTIGADORES
CRESPO Natalia Maria
libros
Título:
Parodias al canon. reescrituras en la literatura hispánica contemporánea (1975-2000)
Autor/es:
CRESPO, NATALIA
Editorial:
Corregidor
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2012 p. 233
ISSN:
978-950-05-1991-5
Resumen:
TERCER PREMIO FONDO NACIONAL DE LAS ARTES. CONCURSO REGIMEN DE FOMENTO A LA PRODUCCION LITERARIA NACIONAL Y ESTIMULO A LA INDUSTRIA EDITORIAL. GENERO ENSAYO. 2011. Parodias al canon nacional en la literatura hispánica contemporánea (1975-2000) , Natalia Crespo.  En este libro analizo cinco textos paródicos de la literatura hispánica escritos durante el último cuarto del siglo XX: el cuento ?Help a él? (1985), del argentino Enrique Fogwill; el cuento ?El capítulo inglés? (2000), del escritor colombiano R.H. Moreno Durán; la novela El cuarto de atrás (1978), de la escritora española Carmen Martín Gaite;  la novela colombiana La otra selva (1991), escrita por el colombiano Boris Salazar y la novela La loma del ángel (1987), del cubano Reinaldo Arenas.  Estas cinco obras comparten la característica de ser parodias a obras canónicas de sus respectivos países. Fogwill parodia el cuento canónico de Jorge Luis Borges, ?El Aleph? (1945). Moreno Durán, por su parte, parodia la famosa novela decimonónica María (1867) de Jorge Isaacs. Martín Gaite reescribe paródicamente, entre otros muchos intertextos, la novela rosa de Carmen de Icaza Cristina Guzmán, profesora de idiomas (1936), Salazar parodia La vorágine (1924), de José Eustasio Rivera y Arenas parodia Cecilia Valdés (1882) de Cirilo Villaverde. En mi análisis de la parodia, utilizo como marco teórico, principalmente, las propuestas de Linda Hutcheon, Margaret Rose, Mikhail Bakhin y Gerard Genette. Se verá que ninguno de los textos literarios se ajusta plenamente a estas teorías ?sobre todo porque ninguna de ellas ha sido diseñada pensando en un corpus de literatura hispana-- pero, asimismo, ninguno escapa a los lineamientos generales trazados por la teoría. A través de rescribir críticamente obras canónicas nacionales, estas parodias ofrecen versiones alternativas a las voces dominantes y, en este gesto, ponen en evidencia el carácter artificioso y político de todo canon literario. También, dejan sentada una crítica hacia sus propios países y un innegable escepticismo hacia la idea de nación como posible categoría de identidad. En torno al concepto de nación y al de canon literario, utilizo sobre todo las ideas propuestas por Edward Said, Etienne Balibar, Barbara Herstein Smith, George Gadamer. El primer capítulo indaga el cuento ?Help a él?, de Fogwill, como parodia de ?El Aleph?, de Borges. Por medio de un análisis comparativo de ambos textos, se ve cómo la intención paródica opera desde las primeras líneas del cuento a través de una reformulación imitativa o estilización. Este proceso de estilización se acompaña de otras intertextualidades: el cuento de Fogwill presenta prácticamente el mismo argumento que el de Borges, y su título y los nombres de los personajes funcionan como claves paródicas ?a través de anagramas? del título y los nombres de personajes del original. Pero no se trata sólo de intertextualidad: hay momentos en que ?Help a él? se distancia de ?El Aleph? y  dicha distancia crítica tiene diversas implicancias ideológicas. En el segundo capítulo considero el cuento ?El capítulo inglés? (El humor de la melancolía, 2000) de Moreno Durán como parodia de la novela María (1867), de Jorge Isaacs. A diferencia de El cuarto de atrás y ?Help a él?, parodias construidas como piezas paralelas al original, este cuento se presenta llenando una elipsis: narra los años que Efraín, el protagonista de María, ha vivido en Londres mientras cursaba sus estudios de medicina. Si bien el texto hace reconocible su intención paródica ante el lector a través de semejanzas argumentales y estilísticas con el original, como lo hacen también El cuarto de atrás y ?Help a él?, esta pieza colombiana, a diferencia de las anteriores, podría insertarse perfectamente en el texto canónico, completándolo, agregando aquello que Isaacs no quiso o no pudo narrar. Ahora bien, esto de ?perfectamente? es relativo: el cuento de Moreno Durán se abre y se cierra a la manera de Isaacs, es decir, imitando su estilo, sus temas, su uso del lenguaje. En el medio, en el centro del cuento y de la anécdota, hallamos la zona más disímil del original: la llamada distancia crítica, condición sine qua non de toda reescritura que se pretenda paródica y no simplemente imitativa. Esta distancia crítica es un pasaje desde el romanticismo de Isaacs hacia una estética realista, grotesca, que enfatiza lo corporal y tangible por sobre lo espiritual y etéreo. En este viraje de estéticas anidan las distancias ideológicas entre texto parodiado y parodiante: los personajes y sus problemáticas, las peripecias y los paisajes, no pueden concebirse del mismo modo a fines del siglo XIX que a principios del siglo XXI. En el tercer capítulo analizo la novela El cuarto de atrás, de Carmen Martín Gaite. A través de parodiar Cristina Gusmán, profesora de idiomas, de Carmen de Icaza, el género novela rosa y la concepción franquista de feminiedad, Martín Gaite desarma y critica los valores y la estética propios de la ?Sección Femenina de Falange?, organismo ideológico de gran influencia durante la dictadura de Francisco Franco. El cuarto de atrás, escrita durante el período final de la postguerra, perteneciente al periodo de la transición a la democracia en España, da cuenta de muchos de los rasgos propios de su contexto histórico: hibridez de géner, tono melancólico, fragmentación de la voz narrativa y una constante intertextualidad. En el capítulo IV, trabajo la novela La otra selva (1991) de Boris Salazar como parodia de la obra canónica La vorágine (1924) de José Eustasio Rivera. A diferencia de las parodias anteriores, ésta ofrece, junto con la reescritura del predecesor canónico, una ficcionalización de la vida de Rivera. Pero lo que hallamos en esta novela collage es, sobre todo, un capítulo que se inserta como respuesta de Alicia (personaje de La vorágine) a Arturo Cova (el protagonista de la novela parodiada). En dicho capítulo, antecedido por citas textuales de La vorágine, Salazar le da voz al personaje femenino relegado en el texto original. Como en el caso de Martín Gaite, de Moreno Durán, de Fogwill y de Arenas,  La otra selva ejerce sobre el texto que lo precede una inversión axiológica: los valores propuestos en el texto canónico se invierten, y lo que en el original se consideraba prestigioso y moral ya no lo es. Como el personaje de C de El cuarto de atrás, lejos de ser la mujer sometida, indefensa y sin voz que ha creado Rivera, la Alicia de Salazar reflexiona y analiza las acciones del extemporáneo Cova de tal modo que las relaciones entre los personajes y, por tanto, el argumento mismo de la novela, se ven alterados. Pero la presencia de La vorágine en La otra selva no se limita a la creación de una voz para la Alicia. Como nos lo indica el texto de 1991 desde su título, se trata de un diálogo constante. A partir del capítulo XVI, la novela de Salazar se aboca de lleno a parodiar a su predecesora, tanto en el contenido como en el estilo, pues la prosa adopta progresivamente los modismos más típicos de Rivera.  Esta parodia estilística se acompaña, como puede esperarse en una novela de fines del siglo veinte, de una importante reflexión en torno a la escritura, al alcance de las palabras, a la parodia como acto fundamental en la creación. La parodia es aquí no sólo recurso formal, estructural, sino tema en torno al cual se reflexiona. El argumento mismo de la novela puede pensarse como una alegoría del acto de parodiar. En cada uno de estos casos, la obra parodiada funciona para dar forma a la versión paródica, como constante referente de diálogo, y, además, como un vehículo hacia una crítica ideológica. Estas parodias critican el canon en tanto estructura de poder dentro del campo cultural. Pienso el campo cultural en los términos en los que lo analiza Pierre Bourdieu en ?Campo intelectual y proyecto creador?[i]: como un espacio de fuerzas competitivas en donde las posiciones limitadas se adquieren a fuerza de lucha y de choque de intereses. De estas fuerzas surgen una serie de negociaciones en las que cada individuo reclama legitimación y poder. Las parodias al canon nacional Ahora bien, ¿qué relación hay entre la parodia como fenómeno estructural, pragmático, semántico ?tal como lo entiende Hutcheon? y la idea de canon nacional? Como hemos mencionado ya, creemos que las parodias al canon poseen, además del regocijo estético de toda parodia, un indeleble contenido ideológico que consiste en cuestionar y rechazar el canon nacional en tanto único discurso posible. Del espesor de este rechazo, o al menos de esta ambivalencia crítica respecto del pasado en la literatura hispánica de fin de siglo XX, nos habla también Francine Masiello:  Pastiche and parody, the playful exchange between original and copy, the exaltation of the regime of signs over the referents named are among the many techniques that lubricate the postmodern narrative machine; however, when applied to literature and culture that offer a reflection on authoritarian rule, the terms become laden with unsuspected meaning, the gratuitous free play of signs is lost and indicates other dimensions of experience. (9) En las cinco parodias que analizaremos aquí esta relación compleja con el pasado, propia de toda parodia, tiene además el añadido de que se trata de pasados de conflictividad social. En el caso de Martín Gaite, la novela se escribe en 1975, año de la muerte de Franco y tiene, por lo tanto, muchos de los rasgos considerados típicos de la literatura de la transición.  En el caso de Fogwill, ?Help a él? es un cuento que, aunque publicado recién en 1985, fue escrito durante la última dictadura militar (1976-1983). Lleva, de algún modo, las huellas de este período de violencia. Los dos textos colombianos, aunque no podemos hablar específicamente de períodos antidemocráticos o postdictatoriales, fueron escritos en épocas de enorme conflictividad social. Algo semejante ocurre con la novela de Arenas, escrita durante los años de mayor rechazo del autor hacia el régimen castrista en tanto sistema autoritario. Además de parodiar obras canónicas de sus respectivos países y, a través de ello, cuestionar las estructuras de poder propias del campo cultural, además de haber sido escritas durante períodos de gran conflictividad social, hay otro rasgo en común, no desligable de los dos primeros: estas cinco obras leen a sus textos precursores canónicos en tanto voces autoritarias. Para entender esta distancia del texto paródico respecto de los valores ideológicos propuestos por el texto parodiado, hay que tener en cuenta que toda parodia es, además de un acto creativo, un gesto hermenéutico. Por trabajar tan cerca de la textualidad de sus referentes, todas esas parodias asumen una interpretación de la obra precursora y desechan otras posibles interpretaciones. En este gesto hermenéutico hallamos el rasgo común de interpretar la obra precedente como discurso totalizante, monolítico y unívoco. De ahí que gran parte del gesto paródico resida en el trabajo con la polisemia, la intertextualidad, la fragmentación de la voz narrativa. Se trata de instaurar una voz alternativa en donde se sugiera que la versión enunciada es sólo una dentro de muchas posibles. Una de las conclusiones de este libro es cómo, al parodiar predecesores canónicos, estas parodias establecen un lazo problemático con el pasado y con la tradición literaria. Siguiendo algunas ideas de Francine  Masiello, leemos estas parodias como un claro gesto de resistencia a la ideología del neoliberalismo, en donde los estados parecen querer borrar toda huella de conflictividad social. A través del homenaje, de la distancia crítica, del humor y de la estilización, entre otros gestos, estas parodias releen y reescriben el panteón literario de sus países, cuestionan la idea de nación y de canon literario en tanto paradigmas de identidad, instauran la tensión entre el pasado y el presente, entre la exposición y la invisibilidad, nos recuerdan que el canon es una construcción histórica que, como las sociedades mismas que lo construyen está, casi siempre, atravesado de autoritarismo.