BECAS
CHANAMPA Magali Elizabeth
congresos y reuniones científicas
Título:
Procesos de regularización urbana en asentamientos informales al sur de Comodoro Rivadavia: políticas púbicas y organización barrial en la producción de territorio
Autor/es:
CHANAMPA MAGALI
Lugar:
Comodoro Rivadavia
Reunión:
Encuentro; 2º Encuentro de la Red de estudios socio-territoriales e inclusión social con énfasis en ciudades medias, pequeñas y áreas rurales. Sociabilización de avances en Investigaciones y Posgrados; 2015
Institución organizadora:
Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco
Resumen:
Las diversas formas de habitar la ciudad, son parte de contextos históricos específicos, en un devenir de relaciones sociales y relaciones de producción que hacen al espacio geográfico y su organización. Esto define al espacio geográfico como algo dinámico y unitario, que reúne materialidad y acción humana. En base a esto, cabe destacar que el habitar como parte de los procesos de organización espacial, su constitución, no solo es resultado de relaciones de producción, sino también de relaciones de identidad y pertenencia relativas al género, edad, procedencia, preferencias, intereses y valores de los agentes (Tomadoni, 2007). En Latinoamerica se replican formas de habitar la ciudad atravesadas por procesos de segregación espacial y segregación socio-residencial (Segura, 2006), es decir, desigualdades en el acceso a la ciudad, principalmente a cuestiones como vivienda, servicios públicos, espacios de participación democrática, etc. En este sentido, las ciudades latinoamericanas no solo son la expresión espacial de profundas desigualdades económicas y sociales sino que son producto de un intenso proceso de apropiación y uso del espacio urbano de corte neoliberal (Ziccardi, 2015). La ciudad de Comodoro Rivadavia, en el sur-este de la región patagónica, no es exenta a los procesos de segregación espacial. Estas dinámicas urbanas, se reconstruyen en base a una ciudad commodity o pueblo-campamento, condicionada por una economía de enclave, típica de industrias basadas en el extractivismo de recursos naturales como el petróleo (Svampa, 2013) . En este tipo de desarrollos económicos, bajo el dominio del mercado en base a un sistema capitalista, las empresas ejercen un gran dominio y poder sobre los territorios. La caracterización territorial de Comodoro Rivadavia, en base a la operación e intervención de múltiples agentes en el espacio geográfico, en distintos niveles o instancias (escalas) con sus prácticas materiales y sus representaciones mentales (imágenes discursos), se manifiestan procesos de desarrollo desigual y diferenciación espacial (Valenzuela, 2004) a partir de las capacidades reales y potenciales de agentes sociales, de crear, recrear y apropiar el territorio (Montañez Gómez y Delgado Mahecha, 1998). El paisaje urbano de la ciudad de Comodoro Rivadavia, es producto de un conjunto de relaciones en espaciotiempo (Tomadoni, 2007), en el que participan (en desigualdad de condiciones) la agencia estatal, sectores sociales nativos de la ciudad, grupos migrantes limítrofes e internos y demás sectores sociales (Baeza y Lago, 2014). Estas desigualdades sociales se hacen visibles, principalmente, en las formas de apropiación del espacio urbano, construyendo territorialidades (concepto a desarrollar más adelante) desde otras lógicas de agenciamiento (Herner, 2009). Por ejemplo, en la década del ´60, los asentamientos urbanos informales (o ?barrios chilenos?) que se conformaron a orillas de la ladera del Cerro Chenque, constituían territorialidades distintas a los campamentos petroleros en la zona norte de la ciudad. En la actualidad esta misma lógica de organización espacial en la ciudad, ha proliferado en la última década, constituyéndose en la vía más importante para el acceso a la tierra y a la vivienda en la ciudad. Se trata de un paisaje local desestructurado, de una agrupación de objetos y flujos visibles, construidos en base a estructuras pasadas de sucesivos sistemas que la han producido (Brunet et. al., 1994). En este mismo sentido, Santos (1996), establece que, todas estas formas o elementos son parte del ?paisaje como historia congelada que participa de la historia viva -el paisaje es testimonio de la sucesión de los medios de trabajo, un resultado histórico acumulado-?.En la última década, principalmente entre los años 2004-2008, formas de agenciamiento u organización espacial basadas en la informalidad urbana para el acceso a la tierra, especialmente a través de la toma de tierra, se han constituido, como sucede en cada boom petrolero, en una tradición urbana local. En este panorama espacial de la ciudad de Comodoro Rivadavia, se inscriben diferentes formas de habitarla, traducido en formas de apropiación y arraiago, como así también modos de delimitación y gestión y ordenamiento del espacio por parte de un grupo humano, transformando asi un espacio de vivencia y producción en un territorio (Blanco, 2007).A partir del concepto de territorio y el tratamiento que diversos autores dedican a su definición, se busca, en primer lugar, poner en discusión la categoría de asentamientos informales, como territorialidades, que surgen desde la precarización y falta de contención territorial, asociado a lógicas de apropiación simbólica y arraigo, en base a movilidades sociales que configuran estos territorios como alternativos y subalternos. Por otro parte, en relación a la noción de territorio y asentamientos informales, se considera central el análisis de la dimensión política de este concepto, no solo desde el poder y control que ejerce el Estado en las limitaciones y jerarquizaciones territoriales, sino pensando este poder estatal en su intervención territorial a través de políticas públicas de regularización urbana y las dinámicas territoriales creadas a partir del control en los accesos materiales y de promoción simbólica e identitaria por parte de los sujetos. Asimismo, se hace hincapié en la cuestión multiescalar dentro de la ejecución de políticas públicas en el territorio, asociado a las particularidades y conflictos que devienen de este encuentro de lógicas de administración, jerarquización y ordenamiento territorial distintas. Se busca poner énfasis en la visión política del territorio en cuanto espacio controlado, a través del poder que ejerce el Estado desde la intervención por medio de políticas públicas. Más precisamente, se busca analizar, de qué manera los diferentes niveles y formas de poder ejercido en el espacio urbano, a través de políticas públicas que hacen a la regularización urbana en asentamientos informales, impactan territorialmente, no solo pensando en la dimensión material si no también en la cuestión simbólica de apropiación del territorio por parte de los sujetos. Se considera que a partir de las formas en que el Estado controla el acceso a cuestiones como el hábitat, principalmente desde una postura fragmentaria de la política sobre el territorio , se generan procesos de segregación socio-espacial incrementando desigualdades sociales, por ejemplo en el acceso a servicios públicos como el agua, cloacas y energía, derivando en movilidades y organización barrial que construyen los mismos agentes sociales para solventar las precariedades, carencias y distancias institucionales. En este sentido, las formas de apropiación territorial, ligado a desigualdades socio-espaciales, crea territorialidades particulares: multiterritorialidades, que son parte de la movilidad y las diferentes formas o capacidades creativas, resultante de las necesidades de individuos y grupos para mantener su identidad, sus organizaciones, sus tradiciones y sus redes (parentales, económicos, políticas y sociales (Uribe Castro, 2004). En este sentido Uribe Castro (2004 basado en Oslender, 2002) plantea la multiterritorialidad como espacios de resistencia a la exclusión y desafiliación socio-espacial.La configuración territorial de los asentamientos informales, basada principalmente en estrategias de movilidad para el acceso a cosas, personas y relaciones, acontece dentro un juego deliberado e intencionado que involucra una lógica propia de la sociedad que construye esa territorialidad. Sociedad que contiene tanto a quienes ejercen el poder para acceder al control del territorio, como a quienes posibilitan ese dominio (Tomadoni, 2007), aquí es donde se ponen en marcha practicas de movilidad que incluyen obviamente el ?salir del barrio?, recurrir a las instituciones, a otros grupos, otros barrios, otros territorios, conformando recorridos y marcas que hacen a esas territorialidades barriales, propias de la lucha cotidiana para reducir la exclusión de ciertas instituciones y la segregación espacial o separación de áreas relegadas, con respecto al resto del cuerpo social (Segura, 2006). Estas territorialidades urbanas propias de una cultura de la periferia donde es imposible definir limites del adentro y del afuera, entendiendo con esto el vivir en los márgenes y no fuera de ellos; la movilización de los vecinos es la forma de abrirse un lugar en el mundo, de presentarse frente a la sociedad, de definirse a sí mismos (Merklen, 2009).A través de la implementación de políticas públicas de regularización urbana, el Estado ejerce el control político en el territorio sobre el acceso a la tierra para la vivienda, servicios públicos, infraestructura y equipamiento urbano. La territorialización que se configura desde el poder estatal, no solo es visible en los limites y diferencias efectuados sobre el acceso a cuestiones materiales como la instalación de redes de agua, cloacas y electricidad, sino también diferencias y marcas en cuanto cuestiones simbólicas y de apropiación territorial, relacionadas al empoderamiento y organización de los vecinos que hacen y son parte de conquistas cótidianas múltiples, identitarias.