INVESTIGADORES
VISACOVSKY Saba Nerina
congresos y reuniones científicas
Título:
Los judíos progresistas en Argentina (1941-1991): medio siglo de lealtad soviética
Autor/es:
VISACOVSKY, NERINA
Lugar:
Madrid
Reunión:
Conferencia; Seminario de Estudios Históricos Rioplatenses (SEHRIO) de la Universidad Complutense de Madrid; 2016
Institución organizadora:
Universidad Complutense de Madrid, Ciudad Universitaria, Facultad de Geografía e Historia.
Resumen:
El rol de la URSS durante la Segunda Guerra Mundial fue determinante para lograr el apoyo incondicional y la simpatía de importantes sectores judíos en todo el mundo. La Revolución de Octubre, la Gran Guerra Patria, los principios antifascistas y la amistad de los pueblos eran tópicos exhibidos con admiración por los simpatizantes del comunismo autodenominados judeo-progresistas, opuestos al sionismo y adheridos a la Federación Idisher Cultur Farband (ICUF). El desarrollo de la República Autónoma de Birobidyán y la integración plena de los judíos a la sociedad soviética parecían augurar el camino del ?hombre nuevo? y era preciso seguir ese ejemplo para alcanzar el socialismo. Sin embargo, el armonioso idilio de la colectividad con el estalinismo de posguerra comenzó a debilitarse a medida que fueron llegando noticias sobre purgas y asesinatos de los principales referentes intelectuales de ese origen. El clima de la Guerra Fría generaba grandes mantos de desconfianza, pero para los grupos más radicalizados, ninguna noticia internacional fuera de las emitidas por Moscú podía ser confiable. En ese entorno era común creer que toda información adversa a la Unión Soviética era falsa y constituía parte de la campaña anticomunista de la CIA. Para empezar, se supo del extraño accidente automovilístico del director teatral ídish Salomón Mijoels en Minsk, en 1948. En vías de quebrarse la paz entre los Aliados, el hecho comenzó a levantar todo tipo de suspicacias. Mijoels, había sido enterrado con todos los honores, pero pronto circuló la versión de que se trataba de un asesinato a las órdenes de Stalin. El segundo y más profundo shock llegó con las noticias de los procesos de Praga, dónde primero el secretario general del Partido Rudolf Slánský, junto a dirigentes judeo-checoslovacos, y luego, trece reconocidos escritores idishistas fueron juzgados injustamente y asesinados en 1952. A eso le siguió el supuesto complot de los médicos judíos en 1953, que la prensa sionista argentina presentó como corolario de una gran ola de antisemitismo soviético. Finalmente, el tercer y más estrepitoso golpe comenzó a partir de 1956, cuando se hicieron públicas las declaraciones secretas de Nikita Jruschov durante el XX Congreso del PCUS. Ese año, asimismo, la represión soviética al levantamiento de Hungría y el apoyo a los países árabes contra el Estado de Israel, generaron incesantes polémicas al interior del movimiento judeo-progresista. Una década más tarde, la Guerra de los Seis Días en Oriente Medio en junio de 1967 y el socialismo con rostro humano aplastado en Praga en 1968, quebrantarían algunas ilusiones que, proyectadas en la Cuba castrista, aún perduraban acerca de los valores del sistema. En este coloquio abordaremos las principales características de la lealtad soviética que, hasta la caída de la URSS en 1991, sobrevivió en buena parte de la izquierda judeo-argentina.