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MONITOREO DE SALUD EDÁFICA POR INCLUSIÓN DE CULTIVOS DE COBERTURA EN ROTACIONES DE SOJA - GIRASOLInforme del primer año de evaluación Empresa: Syngenta Lugar: Campo Experimental Camet Fecha: Noviembre de 2020IntroducciónLa salud del suelo puede ser definida como su capacidad para funcionar dentro de los límites de un agroecosistema (Karlen et al., 1997), mantener o aumentar su productividad promoviendo el crecimiento animal y vegetal, y, a su vez, preservar recursos disponibles para el futuro. La salud del suelo está relacionada con sus propiedades físicas, químicas y biológicas, las que son afectadas por el manejo y el uso del suelo (Doran, 2002). El cambio en el uso del suelo, junto a la utilización de prácticas de manejo inadecuadas, ha llevado a la pérdida gradual de salud edáfica (i.e. degradación) (Doran, 2002). Particularmente, los suelos sometidos a laboreos agresivos frecuentes y con rotaciones simplificadas, con alta frecuencia de cultivos de bajo aporte de residuos y sin inclusión de gramíneas y/o rotación con pasturas, son expuestos a ser degradados (Quiroga y Studdert, 2014). Debido a los perjuicios relacionados con este tipo de manejos, es necesario el desarrollo y empleo de alternativas de manejo en rotaciones agrícolas.Los cultivos de cobertura (CC) se definen como ?cultivos de crecimiento cerrado? que proporcionan protección al suelo entre períodos de crecimiento de los cultivos de cosecha. Los CC no se cultivan con propósitos comerciales directos, por lo cual no se cosechan, sino que se interrumpe su crecimiento de modo químico (secado mediante herbicidas) o mecánico (Ruffo y Parsons, 2004; Fageria et al., 2005). Los CC pueden contribuir a la conservación de los suelos a través de la reducción de la erosión hídrica y eólica (Blanco-Canqui et al., 2013; Schipanski et al., 2014). Además de incrementar la biomasa de residuos y de mantener el suelo cubierto por más tiempo, la presencia de CC puede incidir positivamente sobre numerosos procesos físicos, químicos y biológicos del suelo. Los CC pueden reducir el impacto negativo de la agricultura continua a escala global mediante el secuestro de carbono (C, Olson et al., 2010) y los efectos resultantes de un mayor tiempo de colonización del suelo con raíces vivas. Un aspecto importante de la utilización de los CC es su capacidad de revertir parcialmente el deterioro de algunas de las propiedades físicas del suelo. Estudios previos demostraron que el uso de CC puede disminuir la densidad aparente (DA, Castiglioni et al., 2016) aumentar la porosidad estructural (Hubbard et al., 2013), e incrementar la velocidad de infiltración (VI, Steele et al., 2012) del suelo. No obstante, las mejoras en la salud física del suelo en el corto plazo por la inclusión de CC suelen no ser significativas (Álvarez et al., 2017). Para poder determinar el impacto de los CC sobre las propiedades del suelo, toma relevancia el plazo de uso del suelo sobre el que se hacen las determinaciones, el manejo que se haga de los CC y la combinación de prácticas de manejo que acompaña el uso de aquellos cultivos. Dependiendo del tipo de suelo y del estado de degradación cuando se implementan los nuevos manejos, los cambios positivos esperados pueden insumir períodos más prolongados para manifestarse. Objetivo generalEvaluar en el mediano plazo (4 años) el efecto de la inclusión de una gramínea (i.e. trigo [Triticum aestivum L.]) como CC en sistemas agrícolas con una secuencia de cultivos girasol (Heliantus annus L.) ? soja (Glicine Max [L.] Merr.) sobre distintas propiedades físicas y bioquímicas indicadoras de la salud del suelo.Objetivos de la presente etapa de evaluación?Monitorear el estado de salud de los suelos de los sistemas agrícolas bajo estudio previo a la implantación del CC.?Determinar la producción de materia seca (MS) de los CC implantados.?A partir de los resultados obtenidos, formular recomendaciones de manejo de suelos para solucionar eventuales problemas detectados.

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