CAMBIOS EN PROPIEDADES FÍSICAS DEL SUELO EN SECUENCIAS DE CULTIVOS CON PREDOMINIO DE SOJA EN MOLISOLES DE LA REGIÓN PAMPEANA

CRESPO, CECILIA; STUDDERT, GUILLERMO; SAINZ ROZAS, HERNÁN RENÉ; WYNGAARD NICOLÁS; BARRACO MIRIAM; GUDELJ, VICENTE; BARBAGELATA PEDRO; BARBIERI PABLO ANDRÉS

Corrientes

Congreso; XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo "Suelos: Desafíos para una producción y desarrollo sustentables"; 2020

Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo

La soja (Glycine max (L.) Merr.) es un cultivo con gran adaptabilidad a un amplio rango de condiciones edáficas, climáticas y de manejo, siendo en la actualidad el que mayor superficie total cultivada abarca en el país. En rotaciones con alta frecuencia de soja, la intensificación de los sistemas de producción a través del uso de cultivos dobles, cultivos de cobertura (CC) y reposición de nutrientes se plantea como una alternativa que podría aumentar la eficiencia de uso de los recursos, con el fin de mantener la sustentabilidad del sistema. En la actualidad existe escasa información respecto al impacto de estas prácticas sobre propiedades del suelo en el mediano-largo plazo dentro de la Región Pampeana Argentina. El objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto de la fertilización de cultivos, la inclusión de CC y/o la rotación de cultivos en secuencias con predominio de soja bajo siembra directa (SD), sobre algunas propiedades físicas del suelo. La evaluación se planteó para Molisoles de cuatro localidades de la Región Pampeana con textura superficial contrastante, luego de 10 años de implementadas dichas prácticas de manejo. Se evaluó la densidad aparente (DAP), la estabilidad de agregados (EA), y la resistencia mecánica a la penetración (RMP). En todas las variables se determinaron diferencias entre sitios. La DAP varió entre secuencias sólo en 0-5 cm, y la RMP en los primeros 10 cm, en tres de los sitios evaluados. La variable más sensible a los cambios producidos por las secuencias en cada sitio fue la EA. No obstante, las mayores diferencias fueron detectadas en los primeros 5 cm, registrándose una mejora superior al 50% en aquellos tratamientos intensificados respecto al monocultivo de soja. La intensificación del uso del suelo permite incrementar la EA en superficie, disminuyendo el riesgo potencial de erosión.