Métodos de colocación de fósforo en el cultivo de trigo bajo siembra directa

• HERNÁN R. SAINZ ROZAS, HERNÁN E. ECHEVERRÍA, FRANCISCO FERNANDEZ PALMA, PABLO A. BARBIERI

Paraná, Entre Ríos

Congreso; XIX Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo; 2004

AACS

La fijación de fósforo (P) es un proceso que disminuye la eficiencia de uso de dicho nutriente, por lo tanto, en suelos bajo labranza convencional, la aplicación de P en la línea de siembra (FL) es más eficiente que la aplicación al voleo. La siembra directa (SD) produce cambios físicos, químicos y biológicos en el suelo que pueden disminuir la fijación de P. Se hipotetiza que en SD la FL no incrementa la absorción de P ni el rendimiento del trigo, respecto de la aplicación anticipada de P al voleo en superficie (FV). En el año 2002 se realizó un experimento en un lote ubicado en el partido de Tandil (sudeste de la Pcia. de Buenos Aires) con prolongada historia de SD. El horizonte superficial (0-20 cm) es de textura franca con 55 g kg-1 de materia orgánica y con 8.9 mg kg-1 suelo de P-Bray. El diseño experimental fue en bloques completos aleatorizados con una combinación de dosis de P (0, 25 y 50 kg ha-1) y método de aplicación (FV y FL) con tres repeticiones. El experimento fue conducido sin limitaciones de otros nutrientes. Para cada profundidad y dosis de P no se observaron diferencias en la concentración de P-Bray entre métodos de localización y fechas de muestreo (macollaje y antesis). La concentración de P-Bray en los 0-10 cm se incrementó con la dosis de P (13.5, 19.5 y 28.8 mg kg-1, para 0, 25 y 50 kg de P ha-1, respectivamente). El mismo comportamiento se observó en los 10-20 cm (3.4, 4.8 y 5.4 mg kg-1, para 0, 25 y 50 kg de P ha-1, respectivamente). La FV redujo la tasa de absorción de P (TAP) y la tasa de crecimiento del cultivo (TCC) en el período emergencia-macollaje (E-M) respecto de la FL, mientras que en los períodos macollaje-encañazón (M-E) y encañazón-antesis (E-A) no se determinaron diferencias entre métodos de localización entre ambas variables. Más aún, en M-E y E-A las TAP y las TCC fueron superiores para la FV. En E-M y M-E las TAP del tratamiento control fueron inferiores a los fertilizados. Por lo tanto, en madurez fisiológica el P acumulado en biomasa aérea se incrementó con la dosis (14.8, 19 y 20.5 kg ha-1, para 0, 25 y 50 kg de P ha-1, respectivamente), pero no se determinaron diferencias entre métodos de colocación (18, 18,2 kg ha-1, para FV y FL, respectivamente). El rendimiento del cultivo se incrementó con la dosis de P (4391, 4837 y 5248 kg ha-1, para 0, 25 y 50 kg de P ha-1, respectivamente), pero no difirió entre métodos de localización de P (4765 y 4886 kg ha-1, para FV y FL, respectivamente), siguiendo el mismo comportamiento que el P acumulado. Los resultados indican que en suelos de textura franca, de elevada materia orgánica y bajo SD, la fijación de P no sería de gran magnitud, determinado que la eficiencia de uso de dicho nutriente sea similar para aplicaciones al voleo o en la línea.