INVESTIGADORES
GONZALEZ Sofia Laura
informe técnico
Título:
ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL REACTIVACIÓN DEL ENRIQUECIMIENTO DE URANIO COMPLEJO TECNOLÓGICO PILCANIYEU (CNEA) MUNICIPIO DE PILCANIYEU PROVINCIA DE RÍO NEGRO
Autor/es:
GHERMANDI LUCIANA; GONZALEZ SOFÍA; PLANAS HORACIO; GAITÁN JUAN; RAPACIOLI RAÚL; PEDROZO FERNANDO; ALONSO MARCELO ; DUDINSZKY NATALIE; UBEDA CARMEN; ROCHA NORBERTO; ALBARIÑO RICARDO
Fecha inicio/fin:
2011-09-09/2012-10-22
Páginas:
1-530
Naturaleza de la

Producción Tecnológica:
Evaluación Ambiental
Campo de Aplicación:
Energia-Otros
Descripción:
El presente Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) es consecuencia del convenio firmado el 9 de setiembre de 2011 entre el CENTRO REGIONAL UNIVERSITARIO BARILOCHE de la UNIVERSIDAD NACIONAL DEL COMAHUE, representado por su Señor Decano, M. Sc. Víctor H. Báez y la COMISIÓN NACIONAL DE ENERGÍA ATÓMICA, representada por su Señora Presidenta, Licenciada Norma Luisa BOERO. Se celebró un convenio con la finalidad de desarrollar la Evaluación de Impacto Ambiental (en adelante, EIA) de la puesta en marcha de las instalaciones de enriquecimiento de uranio (Mock-Up) del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu (CTP) de la CNEA, ubicado en el Municipio de Pilcaniyeu, Provincia de Río Negro. El CTP se ubica sobre la margen derecha del río Pichi Leufú y consta de aproximadamente 8.063 ha. Este complejo cuenta con una superficie cubierta de aproximadamente 31 ha, de las cuales 19 ha corresponden a plantas de procesos y otras 12 ha a instalaciones de servicios. El áreaPilca II, donde está ubicado el Laboratorio de Enriquecimiento de Uranio por difusión Gaseosa (Mock-Up), cuenta con una superficie cubierta de unas 24 ha. Las instalaciones a ser utilizadas durante la ejecución del proyecto tienen una superficie cubierta de aproximadamente 11 ha. El EsIA se inicia con la línea de base del área de trabajo de 1.669 ha de superficie, la cual supera el área de afectación directa del proyecto (exceptuando los efectos sobre el componentesocioeconómico). Este área fue sugerida por el Ing. Néstor Bárbaro, Gerente de Actividades Ambientales de la CNEA, con la finalidad de proponer la creación de un área de reserva. La línea de base describe el estado actual de los componentes ambientales principales, que pueden sufrir los impactos potenciales del proyecto. El Ing. Bárbaro nos entregó durante las primeras reuniones de trabajo la siguiente información general: foto aérea del CTP (en papel), imagen digital del área del CTP (DVD), hidrografía del CTP en formato shape (DVD), estudio geológico del sector del valle del río Pichileufu (1979) de Jorge Rabassa, informe de monitoreo hidrológico superficial del CTP de CNEA, informe sobre el establecimiento de una base de información en SIG y la caracterización ambiental del CTP de CNEA, lista y archivos de leyes y reglamentaciones que competen al proyecto otorgada por la CNEA, informe de fauna del CTP (1982) de INTA, relevamiento detallado de los recursos naturales renovables del área de influencia del río Pichi Leufú (1982) de INTA, informe de la vegetación del CTP (1982) de INTA, informe de las unidades ecológicas del CTP (1982) de INTA, informe de pastizales naturales (1982) de INTA, declaraciones juradas de la CNEA al Departamento Provincial de Aguas de Río Negro y algunos análisis de efluentes cloacales realizados por BEHA Ambiental S.R.L. Recibimos del Ing. Edgardo Isnardi, gerente del CTP de la CNEA, una memoria descriptiva detallada del proyecto que incluye: proceso de enriquecimiento del uranio, planta de tratamiento de efluentes de proceso y de servicios auxiliares, planta de tratamiento de líquidos cloacales, utilización y almacenamiento de sustancias químicas y energía y consumo y destino del agua. En cuanto al capítulo de la memoria descriptiva sobre el desmantelamiento de la instalación fue entregado bajo requerimiento de la Dra. Ghermandi, debido a que los EsIA deben incluir las tres etapas de proyecto: construcción, operación y abandono. Recibimos la información sobre las actividades que se realizaron tendientes a la puesta a punto de las instalaciones de PILCA II que habían quedado inactivas durante casi dos décadas. El proyecto trata de la reactivación de una actividad que se realizó en el pasado, por este motivo la etapa de construcción es atípica y consta de la adecuación y modernización de estructuras ya existentes y de algunas obras civiles de menor alcance hechas ex-novo. También recibimos información complementaria de la CNEA, resultado de las reuniones realizadas con el Ing. Isnardi, sobre: límites de fluoruros en el agua, condiciones de descarga del efluente con fluoruros al río Pichi Leufú, solubilidad del fluoruro de calcio en sal de nitrato, radioactividad del uranio, niveles sonoros, planes de contingencia y fichas de seguridad de las sustancias peligrosas. Quiero destacar que la interacción con el Ing. Isnardi de la CNEA fue muy buena y que logramos durante el proceso de búsqueda y comprensión del proceso llegar a acuerdos que considero significativos, fundamentalmente respecto del tema de los efluentes. Que se realicen conversaciones y se llegue a acuerdos durante el desarrollo de una EIA es lo esperable, dado que el objetivo de la misma es evidenciar los impactos y recomendar las medidas de prevención, atenuación o compensación (cuando corresponda). El éxito de una buena práctica de EIA se relaciona con que la importancia de estas medidas sean comprendidas por el comitente (la CNEA en este caso) y aceptada como parte integral del proyecto. Las medidas que tienden a la protección del medio ambiente no deben ser percibidas como un costo innecesario sino como acciones que permite el desarrollo racional del proyecto en el mejor marco ambiental posible. El uranio y las actividades asociadas con el desarrollo de la energía nuclear son consideradas peligrosas por un porcentaje de la población y una de las recomendaciones más importantes de este estudio es la de mejorar la comunicación entre la CNEA y los habitantes del pueblo de Pilcaniyeu y alrededores que son los que potencialmente se verían afectados por los impactos en el río Pichi Leufú (si no se instrumentaran las recomendaciones sobre descarga de efluentes contenidas en este documento). Creemos que un intenso trabajo de comunicación con la población atenuaría la sensación de peligro para la salud. Toda actividad del hombre produce impactos en el medio natural. En este ámbito cabe recordar los graves problemas relacionados con la desertificación resultado del sobrepastoreo que sufre casi toda la Patagonia árida y semiárida (erosión del suelo, disminución de la oferta forrajera, formación de médanos). La actividad ganadera es tradicional y aceptada pero produce, si no es controlada y planificada, importantes impactos negativos. Otra actividad cuya implementación no tiene resultados neutros en el medio ambiente es la creación de forestaciones, que mal manejadas, como mucha veces ocurre, pueden degenerar en incendios desastrosos, por el incremento local de la carga de combustible, como ocurrió en la Estancia San Ramón (Río Negro) durante el incendio de enero de 1999. En relación con estas dos actividades hemos formulado recomendaciones para mitigar su impacto en el área del CTP.La discusión sobre si el desarrollo nuclear es una actividad aceptable o no, debe darse en la sociedad argentina, y la presentación de este estudio puede ser un inicio. Las ONGs tienen buenos argumentos que pensamos deberían ser atendidos por la CNEA. En el desarrollo de la presente EIA evaluamos como impactos positivos aquellos relacionados con el desarrollo tecnológico, con la posibilidad de permanecer entre las naciones que pueden demostrar la capacidad de realización del desarrollo nuclear con fines pacíficos. El hombre común se preguntará cuál es la importancia de esto, y la respuesta es sencilla: el mercado internacional es regulado por las naciones más poderosas (USA, Francia, Alemania, Rusia, China) las cuales restringirían la posibilidad de que Argentina importe insumos, que no sólo sirven para el desarrollo nuclear sino para la industria en sentido más general, si nuestro país deja de pertenecer al Grupo de Suministradores Nucleares (GSN). Los impactos negativos del proyecto se relacionan básicamente con los efluentes y son todos atenuables hasta niveles muy bajos y aceptables. Además, los planes de monitoreo incluidos en el informe garantizan el control de las variables indicadoras. De registrarse el incremento de los valores de estas variables, por encima de aquellos informados en la línea de base y/o en las normativas nacionales e internacionales (cuando corresponda), esto alertaría a las autoridades competentes que controlan el buen desarrollo del emprendimiento. Quiero aclarar como responsable del EsIA que este informe no contiene un estudio de riesgo, ni laboral ni ambiental, debido a que no es un objetivo de ninguna EIA. Hemos incluido información referida al manejo de sustancias peligrosas y a planes de contingencia que proveyó la CNEA. Sin embargo considero que sería útil la realización de un estudio que analice en detalle los posibles escenarios de riesgo a los cuales se podría ver expuesto el personal del CTP.Sabemos que todas las actividades son reguladas por la normativa nacional y provincial (que adjuntamos en DVD) y que la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) controla regularmente las instalaciones, consideramos necesario un estudio que explicite las probabilidades de accidentes e incidentes y los protocolos de acción a realizarse si estos ocurrieran. Por último consideramos que el EsIA es un estudio técnico cuya función es colaborar en la toma de decisión de las autoridades competentes, en este caso la Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia de Río Negro y el Departamento Provincial de Aguas de la Provincia de Río Negro.