INVESTIGADORES
EZPELETA Miguel
congresos y reuniones científicas
Título:
Las “tobas pérmicas” de Olta (La Rioja): lapillitas acrecionales en el interior de la región pampeana
Autor/es:
ASTINI, R.A., EZPELETA M., MARTINA, F. Y DÁVILA, F. M
Lugar:
La Plata
Reunión:
Congreso; XVI Congreso Geológico Argentino; 2005
Resumen:
Las tobas de Olta son conocidas desde principios del siglo pasado (Bodenbender, 1911, 1912) y constituyen uno de los sustentos económicos tradicionales de esta población ubicada en la vertiente oriental de la Sierra de Los Llanos, dedicada desde hace muchas décadas a su extracción y venta como roca de ornamentación. Constituye el único reservorio en el país de este tipo de “piedras laja”. A pesar de ello, poco se conoce sobre su distribución geográfica y su origen. Bracaccini (1946) las describió en mayor detalle incluyéndolas como calizas pseudo-oolíticas y margas silicificadas dentro del espeso paquete de areniscas rojas que más tarde Azcuy y Morelli(1970) definieran como la sección media-superior del Grupo Paganzo. Azcuy (1975) específicamente hace mención a las tobas blanquecinas a rosadas intercaladas en el Miembro superior, rojo bermellón, de la Formación La Colina. Paralelamente, Coira y Koukharsky (1970) describieron depósitos similares en la región de Sierra Brava, al norte de Chamical, donde entre las areniscas rojas resaltaron la presencia de tobas y calizas que incluyeron dentro de la Formación La Antigua. Asimismo, Ramos (1982) destacó rasgos similares hacia el sur de la Sierra de Los Llanos, en la proximidad de Chepes, donde describió tobas vítreas finas de composición ácida, también caracterizadas por contener agregados ovoidales opalinos. Dicho autor incluyó a dichas tobas dentro de la Formación Orcobola. Coira y Koukharsky (1970) en tanto destacaron en Sierra Brava la participación de tobas vítreas, tobas vitrocristalinas y tobas líticas de colores rosados, grises y blanquecinas finamente laminadas y remarcaron las frecuentes texturas concrecionales y con aspecto brechoide o pseudo-oolítico. Estas autoras indicaron proporciones generales de material vitreo fragmental (trizas) entre 80 y 95%, pero detectaron niveles con proporciones de cristaloclastos y líticos de hasta 30 y 50%, respectivamente. Además, aparte de describir algunos intervalos finamente laminados, destacaron que algunos niveles interdigitados poseen restos de bivalvos dulceacuícolos. La presencia de tobas nodulares en la sección media del Grupo Paganzo también fue destacada por Di Paola (1972) quien resalta la extensión regional de estas rocas, originalmente clasificadas como calizas oolíticas, dada la profusa cementación carbonática que las afecta. Más recientemente, Álvarez y Fernández Seveso (1987) destacaron un espesor de 14 m de depósitos de tobas pisolíticas rítmicas intercalado a 270 m de la base de la Formación Patquía en la vertiente occidental de la Sierra de Los Llanos comparables con los depósitos de Olta aquí estudiados. En esta contribución preliminar intentamos renovar el interés en estas importantes manifestaciones piroclásticas analizando aspectos genéticos y paleoambientales a la luz de nuevos conocimientos litofaciales y del marco tectónico de la cuenca, enfocándonos en la localidad clásica.