INVESTIGADORES
MALECKI Juan Sebastian
congresos y reuniones científicas
Título:
El canto del cisne. Discusiones en torno al concurso para el rascacielos Peugeot 1962
Autor/es:
VIRGINIA BONICATTO; MALECKI, JUAN SEBASTIAN
Lugar:
Santiago del Estero
Reunión:
Jornada; XVIII Jornadas Interescuelas/ Departamento de Historia; 2022
Institución organizadora:
Universidad Nacional De Santiago del Estero
Resumen:
En 1961 tuvo lugar el llamado al que fuera el concurso de anteproyectos más grande realizado en el país. La propuesta partía de un grupo empresarial, la Foreign Building and Investement Co. presidida por Raimundo Richard, que había delegado en la Sociedad Central de Arquitectos la convocatoria internacional al certamen para el diseño del que llamarían Edificio Peugeot. Realizado en el marco del desarrollismo que caracterizó el gobierno de Frondizi, el llamado tuvo una recepción sin precedentes, agrupando proyectos de todas partes del globo. En el presente trabajo nos interesa indagar no sólo en el concurso sino también en su contexto de producción: ¿por qué se lo llamó Peugeot? ¿Cuál fue su impacto en la cultura disciplinar local? ¿Cómo circuló por la prensa no especializada? ¿Con qué otros hechos o eventos se lo podría relacionar? Antes de avanzar es necesario señalar la poca información disponible sobre el concurso, lo que limita las posibilidades del análisis. Por ejemplo, no queda clara la relación entre la entidad promotora del concurso y la empresa Peugeot. Dicho esto, quisiéramos plantear, a modo de hipótesis, que la elección del nombre Peugeot para el edificio parece haber sido una movida de Richard para consolidar su relación con la automotriz francesa, que acaba de instalarse en el país; que el concurso, a pesar de la gran repercusión nacional e internacional que tuvo en el momento, no parece haber tenido un impacto importante en la cultura arquitectónica local -y posiblemente tampoco en la internacional-. Posiblemente esto se debiera al carácter aislado y excepcional del concurso, que se realizó de forma completamente independiente al proyecto de Catalinas Norte, aprobado poco tiempo antes y que se pensaba como la zona porteña destinada a las actividades terciarias de este tipo, pero también al resultado del mismo, en tanto adoptaba una solución de prisma puro bastante convencional. Y esto nos hace suponer que en realidad se trataba más bien de una torre que de un rascacielos.