El sujeto estético y la fisura de la razón.

GARNICA, NAIM

Salta

Conferencia; I Encuentro de Filosofía fuera de sitio; 2010

UNSa

Abstract: Durante el siglo XVIII la figura domínate del pensamiento ilustrado alemán se concentro en el genio de Emmanuel Kant. La excesiva atención prestada a sus reflexiones acerca de la razón no permitió apreciar algunas advertencias y reclamos que intelectuales, filósofos, teólogos, y demás académicos le plantearon en la época. Dentro de ese contexto aparecía Georg Johann Hamann, teólogo, pietista, filósofo, etc. que construía su ataque a todo aquello que provenga del racionalismo, y particularmente de  aquello que tenga origen en la filosofía kantiana. Las críticas que Hamann le realiza a Kant se desprenden de las consideraciones acerca del lenguaje, que a juicio de Hamann es sensible y pertenece a una revelación divina que se aparece en los sentidos a través del lenguaje. La indicación de Kant en su primera Crítica sobre como conocemos el mundo señala la pretensión moderna de conceptualizar cognitivamente el mundo. Kant busca una forma de juicio que le permita representar a partir de las categorías del entendimiento los fenómenos que se presentan en el mundo, por ello encuentra en el lenguaje científico (mecánica newtoniana) la forma de abstraer, representar y subsumir bajo conceptos universales dicho mundo. En este sentido, Kant instrumentaliza al lenguaje lo convierte en una herramienta que el sujeto posee en su razón. Justamente, esta consideración kantiana es la que hará enfurecer a Hamann,  su respuesta a la filosofía kantiana constituye una pieza clave de la conformación de la teoría estética, pues impulsará a la creciente separación de los binomios sensación e intelección, para conquistar la independencia epistemológica, ya iniciada por Baumgarten, por parte de la estética. Es con el mago del norte que se presenta una perspicaz fractura entre sensación e intelección, el rechazo a la abstracción y al purismo de la razón evidencia una nueva forma de considerar al sujeto. La ruptura con el pensamiento estético burgués y con clasicismo idealista que reprime la sensación en abstracciones conceptuales, ofrece una reconfiguración de la sensibilidad y del cuerpo a partir de la teoría estética que trataremos de observar en el presente trabajo en los marcos de las reflexiones sobre el lenguaje.