INVESTIGADORES
MARTINEZ Cecilia Gabriela
capítulos de libros
Título:
De Paraguay al piedemonte, de amigos a adversarios: Ñuflo de Chaves y los guaraníes en la conquista de Santa Cruz de la Sierra
Autor/es:
CECILIA MARTÍNEZ
Libro:
Santa Cruz la Vieja
Editorial:
Ediciones del Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra
Referencias:
Lugar: Santa Cruz de la Sierra; Año: 2012; p. 33 - 66
Resumen:
En 1568 el cacique Saquararan, del pueblo itatin de Mitimi, ubicado a unas 30 leguas al oeste de Santa Cruz la Vieja, terminaba de un golpe en la cabeza con la vida de quien en 1561 fundara la ciudad de Santa Cruz de la Sierra: Ñuflo de Chaves . Dado que Chaves consideraba a los itatines como indios amigos, lo sorpresivo del ataque resume la transformación de su relación con los pueblos nativos de los alrededores de Santa Cruz la Vieja. La muerte de Chaves tuvo lugar en el contexto de un ciclo de levantamientos de los indígenas de la región cruceña que cuatro años antes se había cobrado la vida del otro conquistador del oriente boliviano: Andrés Manso. A pesar de la similitud entre las circunstancias en las que murieron ambos conquistadores, los antecedentes de Chaves en materia de relación con los indígenas distan de ser similares a los de Manso. Para comprender el contraste entre ambas experiencias debemos tener en cuenta las particularidades de los núcleos colonizadores de los que cada uno de ellos provenía y los propósitos que los lanzaban a la aventura del piedemonte andino. La experiencia de Chaves en materia de interacción con los nativos, adquirida en el Paraguay en los años previos a su instalación en el área cruceña, fue un factor distintivo de su trayectoria de conquista y colonización respecto de la de Andrés Manso. Durante las dos décadas que transcurrieron entre la llegada de Chaves a Indias y la fundación de Santa Cruz de la Sierra, se construyó una percepción particular respecto de los nativos y un modo peculiar de relacionarse con ellos, en gran parte producto de las estrategias adoptadas por los indígenas de los alrededores del río Paraguay ?particularmente los guaraníes? para vincularse con los españoles. Estos últimos, a su vez, debieron adaptarse a esas estrategias dadas las circunstancias que ofrecía el asentamiento en una región periférica como la del río de La Plata. La fundación de Buenos Aires y la de Nuestra Señora de la Asunción fueron iniciativa de un grupo de conquistadores que llegaron por una ruta oriental, sin concertación con el Perú. La gobernación del Río de la Plata debió afrontar largas intermitencias en la comunicación con la metrópoli, y esforzados intentos ?muchas veces frustrados? por establecer vías de contacto con el Perú. La inferioridad numérica en relación con los nativos, la ausencia de estructuras de dominación estatal prehispánicas sobre las cuales asentar la dominación española, la resistencia guaraní a la conquista y a la extracción de excedentes, y la dependencia que los españoles mantenían con ellos para el aprovisionamiento de bienes de subsistencia, los obligaron a incorporarse a lógicas de organización social preexistentes en un plano de paridad con los pobladores originarios del Paraguay. Sobre la base de esa experiencia adquirida en Asunción, Domingo Martínez de Irala y luego Ñuflo de Chaves avanzaron hacia el oriente boliviano. Pero el piedemonte andino ya no era un área marginal, sino un espacio de frontera cuya ocupación debía ser legitimada frente a las autoridades virreinales del Perú. Ello obligó a replantear y reformular las formas de interacción con los nativos, lo cual imprimió una nueva dinámica a las relaciones interétnicas de la región cruceña. En el marco de una economía colonial basada sobre la extracción de la plata potosina y las actividades económicas surgidas en torno a ella, la incidencia de las necesidades de las autoridades virreinales transformó la paridad en jerarquía y la reciprocidad en imposición de la dominación de unos sobre otros. A partir de las nuevas condiciones impuestas desde Charcas, la reconfiguración de los vínculos entre los asunceños de Santa Cruz y los guaraníes de la cordillera marcarían el inicio de una relación signada por la guerra y el fin de la experiencia de Ñuflo de Chaves en América. Con el propósito de recuperar el papel activo que desempeñó el actor social nativo en el proceso de conquista del área cruceña, en las páginas que siguen describiremos y analizaremos las experiencias de interacción entre Chaves y los grupos indígenas involucrados en su recorrido por América, a la vez que las consideraremos un factor significativo en la construcción de un perfil peculiar de conquistador ?el del oriente boliviano? y en la determinación de la conquista de la región cruceña. Reconocemos que dichas estrategias deben ser entendidas en el marco de relaciones interétnicas de origen prehispánico y transformadas al ritmo del avance español. Además, tendremos en cuenta e intentaremos explicar los alcances y los límites de la aplicación de las lógicas de interacción con los nativos aprendidas en el Paraguay en el piedemonte andino y en la región cruceña.