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En el año 2003, la Quebrada de Humahuaca fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En particular, el pueblo de Purmamarca fue reconocido como uno de los centros urbanos con mayor importancia patrimonial y mejor estado de conservación. Desde entonces, este pueblo se convirtió en uno de los destinos predilectos para muchos viajeros que se acercaban a esa región. La construcción del bien patrimonial y el destino turístico de Purmamarca, ha sido condicionada por un campo de producción de bienes culturales patrimoniales que está enmarcado por discursos particulares que compiten entre sí, pero como en todos los campos, existe un discurso que es dominante o autorizado. El discurso patrimonial autorizado formado por arquitectos, historiadores, artistas, así como la elite local y nacional tuvo un papel fundamental. Por otro lado, este discurso convive junto con múltiples narrativas y representaciones locales del patrimonio purmamarqueño. En relación a lo anterior, la propuesta de este trabajo es analizar cómo se construyó el destino turístico de Purmamarca a partir del discurso patrimonial autorizado en su interrelación con la memoria local. Para ello, se relevaron los trabajos académicos o de expertos de la región así como las legislaciones vinculadas al patrimonio para dar cuenta de la conformación de un discurso autorizado, así como su institucionalización. También se consultaron revistas y propagandas turísticas, planes turísticos y documentos sobre el desarrollo turístico de Purmamarca de todo el siglo XX hasta tiempos actuales para caracterizar la configuración del poblado como destino turístico. Como contrapartida, se realizaron entrevistas a pobladores locales pertenecientes a comunidades indígenas reconocidas, o que adscribían a una identidad originara, así como otros sin relación aparente con el patrimonio ni el turismo para analizar otras narrativas locales del patrimonio purmamarqueño

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