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La línea de costa de la localidad Punta Indio ha sufrido variaciones a lo largo del registro histórico (1961-2021), identificándose tanto avances como retrocesos de la misma. Para medir las variaciones se utilizaron fotografías aéreas históricas e imágenes satelitales actuales, donde se identificaron zonas con distintos comportamientos.En el sector norte, entre el arroyo Villoldo y el Balneario El Pericón se registran las tasas de retroceso más altas de toda la costa debido a procesos de erosión. Particularmente, el sector del balneario ha sido el más afectado, con tasas de hasta -16 m/año (1961-1965) que luego disminuyeron a los valores promedio actuales (-3,6 a -7 m/año), totalizando una pérdida de 12.2 hectáreas de frente costero. Sin embargo, es importante destacar que hasta 7 km al norte del arroyo Villoldo, las tasas de retroceso de la línea de costa son cercanas a -1 m/año (1961-2021) e incluso se identificaron sitios que presentan una progradación de la misma.Por otro lado, en el sector central (ubicado aproximadamente entre el sur del balneario El Pericón y el norte del camping El Descanso) las tasas de retroceso de la línea de costa han sido de -10 a -12 m/año (1961-1965), mostrando una dinámica similar a la zona del balneario El Pericón para el mismo periodo. Sin embargo, desde 1965 la costa en estos puntos ha avanzado hasta 2,5 m/año registrando una inversión en la movilidad, de retrogradante a progradante. Incluso se detectaron sitios donde la progradación ha sido continua desde el inicio del registro histórico.En el sector sur, cerca del camping El Descanso, se observa una tendencia inicial progradante (1961-2003) seguida de un retroceso, que ha alcanzado valores de -4,6 m/año. Por otro lado, sitios cercanos al Destacamento Prefectura muestran desde el comienzo una tendencia al retroceso, pero no constante. En este sector, entre 1961 y 2003, las tasas de erosión fueron relativamente bajas (hasta -1,07 m/año), aumentando significativamente durante los últimos años (-4,1 a -5,7 m/año).Una de las conclusiones más relevantes del análisis realizado es que los periodos de retroceso de la línea de costa son cortos (4 a 20 años) y con altas tasas de movilidad, mientras que los periodos progradantes son largos (40 a 60 años) con tasas bajas. Por otro lado, se identificó que las velocidades de cambio no son constantes, si no que varían a lo largo del tiempo. Además, se observó que no existe una relación directa entre los modelos costeros y los sectores erosivos, ya que las zonas con retroceso se desarrollan tanto en costas acantiladas labradas sobre planicie estuárica como sobre terrazas de acumulación marina. Sin embargo, la presencia de junco en el sector intermareal condiciona la progradación, ya que actúa como una defensa costera natural, reteniendo sedimento y disminuyendo el impacto de olas de tormenta. En cuanto a la orientación de la línea de costa, ésta no influye en su movilidad, ya que zonas con igual orientación muestran tanto avances como retrocesos. Por último, se interpreta que el desarrollo de bahías podría condicionar las velocidades de retroceso debido a los procesos de difracción y refracción del oleaje que se generan en el interior de las mismas.

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