En defensa de la sociología jurídica

EZEQUIEL KOSTENWEIN

Di Plácido

Lugar: Buenos Aires; Año: 2022 p. 336

978-987-1769-74-2

En un libro publicado en el año 1996, el reconocido soció¬logo británico Anthony Giddens se preguntaba: ?¿Qué pasa con la sociología? ¿por qué resulta tan irritante para tantas personas??. Ese libro, justamente, llevaba el título En defensa de la sociología. Lo que estamos presentando aquí no es, en sentido estricto, un libro, sino una compilación, una serie de ensayos en tributo a Olga Salanueva, cuyo título es, también justamente, En defensa de la sociología jurídica. Y a diferencia de lo que planteaba Giddens para la sociología, respecto de la sociología jurídica es válido preguntarse: ¿por qué resulta tan poco irritante?, ¿por qué pasan tan pocas cosas con ella? Estos interrogantes surgen de observar que, en el plano más riguroso de las ciencias sociales, la sociología jurídica no parece tener un lugar destacado. Si nos movemos hacia el campo del derecho, este espacio de conocimiento tampoco posee gran notoriedad. por lo tanto, en la intersección entre las ciencias sociales y el derecho, la sociología jurídica no encuentra grandes respaldos.A lo largo de su desarrollo, la sociología ha roto con la ilusión de que las personas son átomos aislados, autodeterminadas y libres de su destino, y para romper esa ilusión ha debido preocuparse por entender las prácticas antes que por juzgarlas. Así las cosas, la misión de la sociología jurídica debería ser la de seguir ese legado y mostrar que la relación entre quienes integran una sociedad y las normas jurídicas siempre es compleja, que entender las razones por las que esto último sucede no supone juzgarlo como bueno o malo. Como sugiere Bernard Lahire, mirar con la mirada del conocimiento no es ni excusar ni absolver las conductas analizadas, sino buscar entenderlas.Olga, en cuyo homenaje realizamos esta obra colectiva, hace décadas que viene bregando porque la sociología jurídica cumpla con algunas de estas iniciativas: que irrite, que incomode, que ayude a entender antes que a juzgar, y es en ese intento que ha logrado defender una zona temporalmente autónoma de las asechanzas disolventes. En relación con esto, ha logrado ejercer esa defensa de la sociología jurídica concretando una maestría, llevando adelante proyectos de investigación, dictando clases, entre otras múltiples tareas.Sin dudas que el solo recorrido de Olga amerita un trabajo mancomunado como este, a lo que podríamos sumar también la importancia de su empeño por reivindicar año a año el papel de la alicaída sociología jurídica. Y es su generosidad la que ha hecho posible que formen parte de esta compilación investigadoras e investigadores destacados que quisieron participar en el presente reconocimiento. Todas y todos son docentes que buscan complejizar el papel que se le asigna al derecho respecto de diversos temas: ética y estética, los debates metodológicos, las redes sociales, las vulnerabilidades y el riesgo, el papel de las mujeres en la ciencia, la crítica jurídica en américa Latina, las plagas y las alteridades, los problemas urbanos, la administración de justicia y los problemas interpersonales, el lawfare, la conflictividad y el sistema penal, lasteorías sociológicas y el saber jurídico penal, el delito, el castigo, la prisión y la policía.En definitiva, este libro busca homenajear una trayectoria singular que es la de Olga, con la intención de que sirva, al mismo tiempo, como un impulso general a la sociología jurídica que refuerce una mirada no dogmática del derecho.