Ser muchas: el caso poetisa en los años ‘20-‘30

LAURA CABEZAS

Congreso; VII Congreso Internacional CELEHIS de Literatura española /latinoamericana/argentina; 2022

Universidad Nacional de Mar del Plata

Si bien el “feminismo aditivo” (en expresión de Griselda Pollock, 2013) ha sido una de las respuestas a la crítica del valor, también fue una trampa para el mapeo de las escrituras literarias de mujeres en la primera mitad del siglo XX. Entre los lamentos por el olvido y la obsesión por mostrar que existieron tantas escritoras como escritores en la época, o que fueron igualmente de buenas, se dirimió una lucha que no cambiaba las reglas de juego. Más bien las reproducía en su dicotomía valorativa. Se hace necesario, entonces, componer desde el archivo un nuevo relato que se aleje de los mitos y las excepciones, y se concentre por el contrario en la cotidianeidad del acto poético que ejercían muchas mujeres como pasatiempo, como forma de “libertarse” de los condicionamientos de género y, algunas veces, como vehículo de sustento económico. Porque, alentadas, burladas o defenestradas por ciertas zonas (masculinas y femeninas) del ambiente literario en el que se movían, lo cierto es que ellas siguieron escribiendo. Y por eso nuestra pregunta no se guiará tanto por el cómo, sino por el qué escribían, e incluso el por qué lo hacían, es decir que nos interesa más perseguir “el deseo y la ambición” (Plebani, 2022: 16) que tenían, su voluntad de escribir antes que emitir juicios sobre la calidad de su grafía.