Sobre salidas del subjetivismo cartesiano: de Hume a la filosofía contemporánea

CLAUDIO CORMICK

Mar del Plata

Congreso; II Jornadas Nacionales de Filosofía Moderna “Reflexiones en torno a la naturaleza humana. A 300 años del natalicio de David Hume”; 2011

Grupo RATIO en conjunto con la Cátedra de Filosofía Moderna de la UNMdP.

En continuidad con nuestra comunicación de la anterior edición de las Jornadas Nacionales de Filosofía Moderna -en la que, centralmente, analizamos los aportes de Hume para una teoría de la creencia, pero por otra parte buscamos iluminar sus conexiones con un autor contemporáneo, Rorty, comparable con aquel en su énfasis en la facticidad del conocimiento-, intentaremos en esta oportunidad incorporar a nuestra puesta en vinculación de temas modernos con la filosofía contemporánea a otro autor moderno de primer orden: Descartes. En efecto, continuando algunas discusiones iniciadas por la fenomenología de Husserl y Merleau-Ponty (como la de Cardim, 2006), vinculadas al rechazo de estos -como una forma de paradoja autorreferencial- de planteos objetivantes como los de las ciencias humanas, trataremos de mostrar cómo los análisis contemporáneos sobre el sujeto cognoscente como situado en la realidad y no ontológicamente separado de ella deben, con todo, volverse compatibles con alguna reformulación aceptable -que incorpore problemas como el del prejuicio o la eficacia de la historia- del elemento subjetivista introducido por la filosofía cartesiana.Señalaremos, así, que incluso los planteos que quisieran mostrar el condicionamiento de nuestro saber por determinados factores mundanos (la historia, la sociedad, el poder) no pueden evitar ser epistémicamente responsables de, justamente, la descripción en que tal condicionamiento se señala (decir con Foucault "la verdad es de este mundo" no puede permitir olvidar que, correlativamente, "este mundo es de la verdad"; esto es, que hablamos no un mundo en sí sino de un mundo tal como nosotros lo postulamos en nuestro discurso con pretensiones de verdad). Ni pueden evitar, por tanto, hacer otra cosa que continuar la empresa cartesiana caracterizada por la absoluta responsabilidad del pensador sobre su filosofía, como señalaba Husserl sobre el filósofo francés.Es este principio el que, creemos, debe ser reivindicado frente al "objetivismo del autoolvido" -en palabras de Habermas contra Foucault-, objetivismo que no representa una superación de Descartes sino una recaída por detrás de él y vuelve a dar por sobreentendido el rol de un sujeto epistémicamente responsable de sus descripciones en lugar de analizar críticamente este rol. Así, podremos establecer, a la luz de una correlación con ciertas discusiones contemporáneas, una oposición entre Descartes y el conato anti-subjetivista presente en la filosofía de Hume en la forma de una subordinación de la capacidad crítica del sujeto cognoscente a las imposiciones de la "naturaleza humana" en la forma de una "creencia natural".