INVESTIGADORES
CORMICK Claudio Javier
congresos y reuniones científicas
Título:
El problema de la identidad en el período ‘disciplinar’ de Foucault: un análisis epistemológico
Autor/es:
CLAUDIO CORMICK
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; VI Jornadas de Filosofía Teórica; 2009
Institución organizadora:
Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba
Resumen:
En lo que podemos llamar el período "disciplinar" de Foucault se han delineado las posiciones teóricas más comúnmente asociadas al nombre del filósofo francés. Lo que quisiéramos señalar aquí es que, lejos de tratarse únicamente de hacer visibles "microscópicamente" fenómenos de poder de grado “inferior” a los centrados en el Estado, lo novedoso de los planteos de Foucault en este período -según él mismo señala en su curso de 1976- puede rastrearse más bien en un nivel metodológico. Pues bien, querremos mostrar que el principal límite de esta metodología de análisis puede reconstruirse a partir de la noción de identidad; concretamente, del ambiguo status de lo que nuestro autor denomina "identidad morfológica del sistema de poder" Sirviéndonos de los pares "identidad cualitativa-identidad numérica" y "relación de lo real-nexo cognoscitivo", veremos cómo el hecho de que el filósofo francés pueda unificar una serie de instituciones sociales analizándolas como instancias de una realidad de orden superior, la "disciplina" (la que las luchas enfrentarían en su totalidad pese a ser dispersas) solo se logra a partir de un triple movimiento de (1º) ruptura de relaciones reales, (2º) clasificación según nexos cognoscitivos, y (3º) escamoteo de la identidad cualitativa como numérica. En primer lugar -y como el propio Foucault respondía en 1973 a una objeción-, la cuestionada asimilación de instituciones como la fábrica, la cárcel y la escuela bajo la rúbrica común de "disciplinares" solo se logra al costo de omitir caracteres de ellas que las "trascienden" rumbo a la totalidad de la sociedad, tales como su función en ella (a lo cual contribuye el rechazo de Foucault a vincular, como el marxismo, las diferentes instituciones desde una función económica común), y una subsecuente restricción del análisis a sus características "inmanentes" (incluso su arquitectura). Ahora, este recorte vuelve problemático cómo volver, a continuación, a unificar estas instancias. Frente a esto cotejaremos con el texto epistemológico de Marx de 1857, acerca de los elementos de la realidad compleja que es la economía, y que, aunque se manifiesta en contra de "identificar" unos y otros, señala no obstante que constituyen "articulaciones de una totalidad, diferenciaciones de una unidad". Podemos considerar un nexo así como una "relación real", operante en la realidad misma a la que pertenecen los términos vinculados, tal que permite legítimamente vincular a sus términos en una unidad real de orden superior, en la que todos ellos interactúan. Es ilegítimo hacer esto, en cambio, con los que llamaremos nexos cognoscitivos, como la constatación foucaultiana de una similitud: esta no es una relación operante, que tenga efectos, en la realidad conocida. Señalaremos, sin embargo, y este es el segundo movimiento, que solo una vez eliminados los vínculos de las instituciones con la totalidad social, es posible clasificarlas, en virtud de su isomorfismo, como "disciplinarias" -con lo cual nuestro análisis confluye con las críticas formuladas al estructuralismo por Perry Anderson, quien señala que autores como Foucault sustituyen las explicaciones por clasificaciones. Pero esto se volverá un problema cuando, en tercer lugar, al momento de enfrentarse, finalmente, a la cuestión de la unidad del poder, Foucault, que ha eliminado toda posibilidad de hacer de las diferentes instituciones "articulaciones de una totalidad", se contenta con hacer pasar, raudamente, la identidad cualitativa de este por una identidad numérica, el "mismo tipo de poder" por un "mismo poder" como una realidad una que se ramifica. Este último movimiento tiene, creemos, su ejemplo más palmario en las consecuencias que Foucault extrae a la hora de delinear una acción política; al negarse a proponer una estrategia y conformarse en cambio con celebrar la dispersión de las "microrrebeliones" -las luchas de "los enfermos de los hospitales, los presos, los escolares"-, persuadido de que esta oposición a poderes con iguales características equivale de por sí a una coordinación real de luchas contra "el" poder.