Entre la tradición, las armas, el deporte y la bandera. Una aproximación a la charrería asociada en México (1930-1945)

MATIAS EMILIANO CASAS

Jornada; VIII Jornadas Nacionales de Historia Social; 2021

Los gobiernos posrevolucionarios mexicanos impulsaron un nacionalismo cultural que derivó en la consagración de festividades, imágenes y representaciones. Entre ellas, el cuadro estereotípico del jarabe tapatío bailado por el charro y la china poblana logró imponerse como -problemática- síntesis de la nacionalidad. Las explicaciones de ese proceso suelen concentrarse en: factores políticos, como la búsqueda de cohesión interna de las élites dirigentes; en los efectos de los medios masivos, que adaptaron y difundieron los contornos típicos de la mexicanidad; en las expresiones artísticas y populares, que evocaron esas figuras como reacción contra lo ?gringo?; y en la influencia de los grandes terratenientes, que con un discurso conservador vinculaban el México rural, y sus haciendas, con los intereses de la nación. En esta ponencia, ponemos el foco en las agrupaciones charras que se gestaron para fomentar la tradición y desarrollar competencias deportivas. Entendemos que el estudio de sus actividades contribuye con las explicaciones anteriores por dos razones. En primer lugar, porque esas asociaciones integraron los motivos políticos, económicos, sociales y mediáticos. En segundo término, porque sus intervenciones públicas extendieron los consensos sobre el charro como figura típica de la identidad mexicana. En este caso, analizaremos particularmente la trayectoria de la Asociación Metropolitana de Charros, fundada en la Ciudad de México en 1933, al calor de las campañas nacionalistas que organizaba el Gobierno y del reconocimiento oficial de la charrería y su indumentaria como caracteres nacionales. Extenderemos el abordaje hasta la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial para explorar cómo el clima bélico interpeló la dinámica interna de la agrupación y motorizó proyectos militaristas.