Los tradicionalistas bonaerenses y la invención de la tradición. Narrativas y gestiones para consolidar la ?tradición gaucha? en la provincia de Buenos Aires

MATIAS EMILIANO CASAS

Congreso; IV Congreso Internacional Núcleo de Estudos das Américas; 2014

Hacía finales de la década del treinta del siglo XX, un grupo de escritores tradicionalistas de la provincia de Buenos Aires se embarcó en el proyecto de oficializar una narrativa sobre la ?tradición nacional? y el ?gaucho? que se concretó con éxito gracias a los gobernantes conservadores de turno. En ese proceso, una asociación de la capital bonaerense ocupó un rol protagónico. La Agrupación Bases se constituyó como una entidad de escritores de la ciudad de La Plata y sus alrededores en 1928. Sus prácticas narrativas no se habían caracterizado por una gran difusión y como paliativo a sus recorridos literarios sus miembros se aglutinaron bajo la figura del poeta Pedro Bonifacio Palacios para compartir lecturas y organizar conferencias. En el transcurso de una década la agrupación fue experimentando un paulatino crecimiento que la colocó como una institución protagonista de las actividades culturales de la capital bonaerense. Sus socios fueron construyendo un entramado cultural que, si bien no era reconocido en los claustros universitarios, se consolidó como una de las ?voces? autorizadas del tradicionalismo. En ese período, las exposiciones que organizaron representaron diversas manifestaciones artísticas, sin embargo la literatura continuó ocupando un lugar central entre los ?básicos?. La recurrente preocupación por reivindicar los productos de los escritores regionalistas coexistió con la, también sistemática, evocación de las ?plumas consagradas?. La biblioteca de Bases portaba una latente tensión entre la defensa de la literatura gauchesca y la evocación de lo rural como conserva de la tradición nacional y varios de los pensadores que descansaban en ella. Sólo una ajustada y forzada interpretación de algunos de sus escritos permitió una serie de reivindicaciones conjuntas. La evocación de José Hernández no presentaba una novedad a la hora de legitimar los tópicos en torno al gaucho. Lo llamativo radica en la comunión que los teóricos de la agrupación le otorgaron a unos de sus enemigos políticos más reconocidos. Domingo Sarmiento se constituyó, desde Bases, en una de las voces legitimantes del gaucho. En el proyecto que pretendía personificar en su figura la tradición nacional había lugar para todos, tanto para los ignotos escritores costumbristas como para los personajes más disociados de su reivindicación.