INVESTIGADORES
CASAS Matias Emiliano
congresos y reuniones científicas
Título:
La identidad gaucha. Desarrollos y experiencias a partir de la expansión de los centros tradicionalistas bonaerenses, 1939-1948
Autor/es:
MATIAS EMILIANO CASAS
Reunión:
Jornada; XV Jornadas Interescuelas; 2015
Resumen:
El primer centro tradicionalista se fundó a finales del siglo XIX en Montevideo, Uruguay. A partir de allí, las experiencias se reprodujeron al otro lado del Río de la Plata, en diversos puntos del territorio bonaerense. Como reseñaron Robert Lehmann Nitsche y Juan Agustín García, entre otros, esas agrupaciones se definían como experiencias minúsculas ?por la cantidad de sus miembros- y efímeras. Sin embargo, durante la década del cuarenta los centros tradicionalistas bonaerenses desarrollaron un proceso de crecimiento y expansión. En el contexto de institucionalización del Día de la Tradición, sancionado en 1939, los tradicionalistas fueron construyendo redes vinculares que generaban nuevos canales de difusión para exaltar la identidad gaucha. El entramado social constituido promovió el intercambio con sectores de diversas instituciones ?Iglesia católica, Fuerzas Armadas, dirigentes políticos- que comulgaron con sus prédicas sobre la ?tradición? y el ?gaucho?. La creación -y los primeros años de funcionamiento- del Círculo Criollo El Rodeo en la zona de Santos Lugares constituye una muestra de la modalidad empleada por los ?gauchos? para extender sus ámbitos de influencia. Sus prácticas motorizaron la creación de nuevos centros y su organización interna se consolidó como modelo para las experiencias nacientes. A partir de sus conexiones, los tradicionalistas contaban con una serie de variantes para presentar sus actuaciones, desfiles y prácticas ecuestres. Al mismo tiempo, el campo de deportes donde desarrollaban sus actividades representaba un escenario adecuado para la realización de fiestas criollas o almuerzos de camaradería por lo que en numerosas ocasiones era solicitado su alquiler o préstamo por diferentes instituciones. En el transcurrir de esas interacciones se fueron solidificando vínculos con clubes sociales, organismos municipales, círculos de obreros, unidades básicas, escuelas públicas, parroquias y regimientos militares. Los ?gauchos? de la agrupación eran recurrentemente solicitados para diversas fiestas, inauguraciones y homenajes. Las banderas argentinas y la iconografía nacionalista acompañaban sus presentaciones. La sociabilidad generada en la dinámica del círculo criollo fomentó la expansión del imaginario gauchesco. Sus integrantes definían su identidad de ?gauchos? no sólo por constituirse parte de la agrupación, sino por respetar una serie de normativas que regulaban las manifestaciones evocadas. Así, se iba consolidando un espacio de reafirmación identitaria, argentina y tradicionalista, que reconocía en la figura del gaucho su máxima referencia.