Los múltiples usos del Martín Fierro, al servicio de la Marina Mercante Nacional. La publicación del vicario de la Armada en 1943.

MATIAS EMILIANO CASAS

Jornada; III Jornada de Promoción, Investigación y Debate del Universo del Martín Fierro; 2014

El poema El gaucho Martín Fierro fue publicado en 1872. Desde su ?canonización? como obra ?épica de la literatura nacional en 1913 fue objeto de estudio y al mismo tiempo de reinterpretaciones que dieron lugar a centenares de publicaciones. Como la figura de su protagonista, el propio texto fue permeable a distintas representaciones. En lo que pareciera un extremo de sus posibilidades, el vicario de la Armada Ricardo Dillón, ante el pedido del director general del personal de la Marina de Guerra, escribió en 1943 Advertencias del gaucho Martín Fierro a los marinos de la Armada. La pertinencia de utilizar al gaucho para aconsejar a marineros resultaba tan llamativa que en el mismo prólogo de la obra se explicita la cuestión. Eleuterio Tiscornia estuvo encargado de las consideraciones previas del libro. Quien había realizado varios estudios filológicos sobre el texto de José Hernández planteaba la incongruencia entre el gaucho y el agua, pero rápidamente la salvaba interpretando la intención del vicario de elevar ?lo particular a lo universal?. En el desarrollo del texto, el autor se encarga de realizar continuas analogías entre el desierto y el mar para destacar las actitudes a desarrollar en los tiempos de soledad. La legitimad de Martín Fierro para hablarle a los marineros se presentaba en su carácter de modelo de hombre y patriota. Para comenzar su relato Dillón le da voz al ?gaucho? y aclara que les va a hablar directamente a los marinos para que ?sean dignos de la patria?. Por resolución del Ministerio de la Marina se publicaron 1.000 ejemplares que se complementaron luego con 2.000 más. Martín Fierro se vestía de marinero no sólo para esbozar una serie de advertencias en orden a sus funciones en la Armada sino también para describir las pautas de conducta a sostener en la vida privada.