Bolivia y la excepcionalidad uruguaya (1952-1960)

ESPECHE XIMENA

Buenos Aires

Jornada; Jornadas del Instituto de Literatura Hispanoamericana; 2015

Instituto de Literatura Hispanoamericana, Facultad de Filosofía y Letras

Este breve ensayo es parte de un trabajo en progreso, una investigación de largo aliento sobre los modos en que diversos viajeros latinoamericanos -escritores, cineastas, diplomáticos, asesores económicos, entre otros- en sus recorridos por el subcontinente pensaron, redefinieron, confluyeron y/o se opusieron a diferentes modos de idear integraciones de América Latina en el período que va entre 1945 y 1959. En este caso, me interesa el viaje del uruguayo Carlos Martínez Moreno como corresponsal a Bolivia en 1952, que volvió a contar esa revolución entre 1954 y 1957 (parte de un balance y, más tarde, cuando parecía ya una estela fenecida) y que, finalmente, revisitó en dos textos de los años sesenta (y en otro de los años setenta). Propongo una lectura: ?tradujo? una revolución que le permitía también asumir que estaba en realidad traduciendo América Latina a los uruguayos, en cada caso supuestos (qué significaba Uruguay, Bolivia y América Latina) que será necesario revisar. Pero la tradujo en tres tiempos distintos, en el sentido de una periodización que no puede olvidar el tramo que va desde la revolución en Bolivia, pasando por la intervención de la CIA a Guatemala y, claro, la revolución en Cuba. Como corresponsal, CMM advertía que la revolución era la de un país muy diferente del suyo, esa ?Suiza de América? que, a pesar de profundas críticas, pareció confirmar en su excepcionalidad. Como novelista, se trató de un gesto que repitió pocos años después sobre el propio Uruguay y sobre Cuba: una crítica feroz -y sin embargo esperanzada- al presente.