Dispersión del mosquito transmisor del dengue y comportamiento social humano: dependencia con las condiciones iniciales

ANA ALICIA GRAMAJO; MARÍA FABIANA LAGUNA; KARINA LANERI

Bariloche

Congreso; 107 Reunion de la Asociación de Física Argentina; 2021

AFA

Se sabe que el mosquito Aedes aegypti es el principal vector del dengue en Argentina, por lo que entender su mecanismo de dispersión y analizar medidas que podrían limitar su población es de vital importancia para la salud pública. Este vector se encuentra fuertemente adaptado a los entornos urbanos/domésticos ya que deposita sus huevos principalmente en contenedores artificiales de agua, tales como floreros, bebederos de mascotas, cubiertas en desuso, tanques de agua y rejillas descubiertas, entre otros. Por este motivo, el comportamiento social humano en relación al descarte y limpieza de tales recipientes, es clave a la hora de diseñar campañas de control del vector que sean eficaces.En este trabajo abordamos este problema con un modelo de poblaciones de mosquitos espacialmente explícito que considera sus principales características biológicas y de comportamiento e incorpora parámetros que modelan el comportamiento humano [1]. Realizamos simulaciones numéricas intensivas para estudiar la variabilidad de la población total de adultos y de estadíos acuáticos del mosquito, a partir de diferentes condiciones iniciales en el número y distribución de recipientes conteniendo al vector. Utilizamos valores umbrales previamente encontrados para la frecuencia en el vaciado de los contenedores y el retardo en la disponibilidad de los mismos una vez que son vaciados, a partir de los cuales la población de mosquitos se reducía significativamente. Analizamos la dependencia con las condicionesiniciales de la efectividad de descacharrado mínima necesaria para frenar la dispersión de mosquitos y limitar el tamaño de las poblaciones.Encontramos que el valor umbral de este parámetro es independiente de la distribución y cantidad inicial de recipientes con mosquitos, lo que indica que es posible proponer estrategias de eliminación de sitios de cría aún sin tener información detallada de las condiciones locales. Pero más importante, estos resultados destacan el rol determinante del comporta-miento humano en el control del vector.