Funguemias por hongos levaduriformes en pacientes pediátricos hospitalizados

GIUSIANO, GUSTAVO

Mar del Plata, Buenos Aires

Conferencia; Congreso Latinoamericano de Micología (VI CLAM).; 2008

En los últimos años se ha observado un significativo aumento de las infecciones fúngicas nosocomiales, en especial las producidas por hongos levaduriformes, siendo la candidemia la forma de infección intrahospitalaria por levaduras más frecuente. Sin embargo, su tasa de incidencia es difícil de precisar puesto que varía según las diferentes regiones geográficas, el hospital y el grado de complejidad del mismo. Desde la década pasada, la proporción de infecciones causada por Candida no-albicans ha aumentado exponencialmente y cerca del 63-88% de los casos de candidasis hematógenas son ahora el resultado de especies diferente de C. albicans. En pacientes pediátricos hospitalizados la funguemia es un problema cada vez más frecuente, especialmente en aquellos en unidades de cuidados intensivos pediátricas (UTI) y neonatales (UCIN).  La morbimortalidad asociada a las infecciones micóticas es importante, y es claro que las infecciones micóticas han emergido como un gran problema para Salud Pública. Si bien los índices de mortalidad por candidemia son menores en pacientes pediátricos que en adultos, el reconocimiento de factores predisponentes junto con la temprana detección y tratamiento de las infecciones hemáticas por Candida, son las claves para disminuir este índice de mortalidad. En el periodo de 2004/2006 en el Hospital Pediátrico “Juan Pablo II” de la ciudad de Corrientes (Argentina) los hongos levaduriformes se encuentran en 3er lugar, luego de Streptococcus pneumoniae y Staphylococcus aureus, como causa de funguemia. Por otro lado, analizando diferentes grupos de pacientes como neonatos en UCIN, niños en UTI y pacientes pediátricos oncológicos hospitalizados, se observa una llamativa la diferente epidemiología entre ellos. En el grupo de neonatos, C albicans y C. parapsilosis aparecen en los hemocultivos con porcentajes similares (36%). C. tropicalis ocupa el 3er lugar, notándose el aislamiento de C. krusei, Trichosporon cutaneum y Cryptococcus neoformans, especies que no han sido informadas como agentes patógenos frecuentes en neonatos, pero con resistencia a los pocos antifúngicos disponibles para estos pacientes. En los niños en UTI las Candidas no albicans son los patógenos oportunistas predominantes ya que C. albicans no alcanza el 50% de los aislamientos, C. parapsilosis y C. tropicalis tienen porcentajes mayores al 20% y especies como C. famata, C. glabrata, C. lusitaniae y Rhodotorula glutinis emergen como preocupantes patógenos oportunistas nosocomiales. Los hemocultivos de pacientes oncológicos revelan muy baja prevalencia de C. albicans (7,7%) siendo C. parapsilosis la levadura predominante seguida por C. glabrata, junto con C. famata, C. guilliermondii y C. haemulonii quienes conforman el espectro de hongos levaduriformes aislados. La mayoría de las especies de Candida aisladas fueron susceptibles al fluconazol (FCZ) y al itraconazol (ITZ), sin embargo, se detectaron cepas de C. albicans y C. tropicalis resistentes al FCZ, como así también, cepas susceptibles dependientes de la dosis al ITZ, si bien el ITZ no es una droga que se aplica en la terapia antifúngica pediátrica de rutina