INVESTIGADORES
GIUSIANO Gustavo Emilio
artículos
Título:
Infecciones micóticas cutáneas en pacientes inmunocomprometidos
Autor/es:
GIUSIANO, G; CARRILLO MUÑOZ AJ
Revista:
Actualidad Dermatológica
Editorial:
Esmon Publicidad S.A.
Referencias:
Año: 2007 p. 628 - 634
ISSN:
0210-279X
Resumen:
La gran población de pacientes inmunocomprometidos, cuyos mecanismos de defensa están alterados, incompletos o deteriorados, son considerados como población de riesgo para el desarrollo de infecciones cutáneas de origen micótico. El uso de altas dosis de drogas citotóxicas, la radioterapia, los tratamientos prolongados con corticosteroides, los trasplantes de órganos sólidos y de medula ósea y enfermedades como el SIDA, el cáncer y la diabetes, han contribuido al incremento de infecciones micóticas invasoras, muchas de ellas, con manifestaciones cutáneas o mucocutáneas. Dentro de esta población no podemos dejar de lado a los neonatos, considerados inmunosuprimidos funcionales y los pacientes geriátricos, con alteraciones de su inmunidad por pérdida de la capacidad de respuesta. La aparición de las micosis en pacientes inmunocomprometidos y las diversas formas clínicas que adoptan, son consecuencia de las alteraciones de los mecanismos de la inmunidad natural o innata y de la inmunidad adquirida. Dentro de los factores favorecedores de infecciones fúngicas asociados a defectos en las defensas del huésped podemos destacar: 1) La alteración de la barrera epitelial. Producida por traumatismos, quemaduras, cirugías, radioterapia, catéteres, etc. 2) La alteración en el número y función de los fagocitos. Causada por corticoterapia, quimioterapia, radioterapia, enfermedades genéticas, diabetes mellitus, etc. 3) La disfunción en los mecanismos inmunológicos mediados por linfocitos T. Causada por enfermedades como el SIDA, Hodgkin, leucemia, los transplantes, la quimioterapia, la radioterapia, la corticoterapia, etc. Estos pacientes pueden desarrollar una infección fúngica primaria, o bien, reactivar una infección micótica endémica como la coccidiodomicosis, la histoplasmosis o la criptococosis. Las especies de Candida y Aspergillus son los patógenos oportunistas más comúnmente relacionados, sin embargo, en los últimos años en relación al aumento de pacientes inmunocomprometidos, se ha observado un aumento de infecciones por hongos como son Fusarium, Sedosporium, Trichosporon, Exophiala, Alternaria, etc. Sin embargo, otros antes considerados inocuos o que raramente producían enfermedad, pero que hoy, todos en conjunto, actualmente conforman un gran grupo de patógenos fúngicos emergentes. La gran población de pacientes inmunocomprometidos, cuyos mecanismos de defensa están alterados, incompletos o deteriorados, son considerados como población de riesgo para el desarrollo de infecciones cutáneas de origen micótico. El uso de altas dosis de drogas citotóxicas, la radioterapia, los tratamientos prolongados con corticosteroides, los trasplantes de órganos sólidos y de medula ósea y enfermedades como el SIDA, el cáncer y la diabetes, han contribuido al incremento de infecciones micóticas invasoras, muchas de ellas, con manifestaciones cutáneas o mucocutáneas. Dentro de esta población no podemos dejar de lado a los neonatos, considerados inmunosuprimidos funcionales y los pacientes geriátricos, con alteraciones de su inmunidad por pérdida de la capacidad de respuesta. La aparición de las micosis en pacientes inmunocomprometidos y las diversas formas clínicas que adoptan, son consecuencia de las alteraciones de los mecanismos de la inmunidad natural o innata y de la inmunidad adquirida. Dentro de los factores favorecedores de infecciones fúngicas asociados a defectos en las defensas del huésped podemos destacar: 1) La alteración de la barrera epitelial. Producida por traumatismos, quemaduras, cirugías, radioterapia, catéteres, etc. 2) La alteración en el número y función de los fagocitos. Causada por corticoterapia, quimioterapia, radioterapia, enfermedades genéticas, diabetes mellitus, etc. 3) La disfunción en los mecanismos inmunológicos mediados por linfocitos T. Causada por enfermedades como el SIDA, Hodgkin, leucemia, los transplantes, la quimioterapia, la radioterapia, la corticoterapia, etc. Estos pacientes pueden desarrollar una infección fúngica primaria, o bien, reactivar una infección micótica endémica como la coccidiodomicosis, la histoplasmosis o la criptococosis. Las especies de Candida y Aspergillus son los patógenos oportunistas más comúnmente relacionados, sin embargo, en los últimos años en relación al aumento de pacientes inmunocomprometidos, se ha observado un aumento de infecciones por hongos como son Fusarium, Sedosporium, Trichosporon, Exophiala, Alternaria, etc. Sin embargo, otros antes considerados inocuos o que raramente producían enfermedad, pero que hoy, todos en conjunto, actualmente conforman un gran grupo de patógenos fúngicos emergentes. La gran población de pacientes inmunocomprometidos, cuyos mecanismos de defensa están alterados, incompletos o deteriorados, son considerados como población de riesgo para el desarrollo de infecciones cutáneas de origen micótico. El uso de altas dosis de drogas citotóxicas, la radioterapia, los tratamientos prolongados con corticosteroides, los trasplantes de órganos sólidos y de medula ósea y enfermedades como el SIDA, el cáncer y la diabetes, han contribuido al incremento de infecciones micóticas invasoras, muchas de ellas, con manifestaciones cutáneas o mucocutáneas. Dentro de esta población no podemos dejar de lado a los neonatos, considerados inmunosuprimidos funcionales y los pacientes geriátricos, con alteraciones de su inmunidad por pérdida de la capacidad de respuesta. La aparición de las micosis en pacientes inmunocomprometidos y las diversas formas clínicas que adoptan, son consecuencia de las alteraciones de los mecanismos de la inmunidad natural o innata y de la inmunidad adquirida. Dentro de los factores favorecedores de infecciones fúngicas asociados a defectos en las defensas del huésped podemos destacar: 1) La alteración de la barrera epitelial. Producida por traumatismos, quemaduras, cirugías, radioterapia, catéteres, etc. 2) La alteración en el número y función de los fagocitos. Causada por corticoterapia, quimioterapia, radioterapia, enfermedades genéticas, diabetes mellitus, etc. 3) La disfunción en los mecanismos inmunológicos mediados por linfocitos T. Causada por enfermedades como el SIDA, Hodgkin, leucemia, los transplantes, la quimioterapia, la radioterapia, la corticoterapia, etc. Estos pacientes pueden desarrollar una infección fúngica primaria, o bien, reactivar una infección micótica endémica como la coccidiodomicosis, la histoplasmosis o la criptococosis. Las especies de Candida y Aspergillus son los patógenos oportunistas más comúnmente relacionados, sin embargo, en los últimos años en relación al aumento de pacientes inmunocomprometidos, se ha observado un aumento de infecciones por hongos como son Fusarium, Sedosporium, Trichosporon, Exophiala, Alternaria, etc. Sin embargo, otros antes considerados inocuos o que raramente producían enfermedad, pero que hoy, todos en conjunto, actualmente conforman un gran grupo de patógenos fúngicos emergentes.