La izquierda y el movimiento de desocupados de 1897

FLORENCIA FRANCO; LUDMILA SCHEINKMAN

Bariloche

Jornada; XIIº Jornadas Interescuelas/Departamento de Historia, Comahue, Bariloche, octubre de 2009; 2009

Departamento de Historia, Universidad del Comahue, CONICET

Llama poderosamente la atención que, siendo un hecho mencionado en todas las historias clásicas y actuales del movimiento obrero argentino, el mitin de desocupados de 1897 no haya sido objeto nunca de una investigación específica. En particular, en la década de 1990 y principios del 2000, cuando de la mano del movimiento piquetero el tema de la desocupación (y la organización del movimiento de desocupados) se volvió una preocupación central en el ámbito político y académico, es de resaltar que uno de los pocos antecedentes históricos en el país de un movimiento de este tipo no haya sido abordado por los científicos sociales. Por esto mismo consideramos imprescindible sacar a la luz a este relegado movimiento, en pos de reconstruir un fragmento de la historia obrera argentina y facilitar en un futuro estudios comparativos. El objetivo de este trabajo es, entonces, a partir de un hecho puntual ?la masiva congregación del primero de agosto de 1897 en el Teatro Doria de Buenos Aires-, aproximarnos a un análisis de cómo las distintas corrientes que intervenían en el movimiento obrero de la época comprendieron el problema de la desocupación, y se abocaron a organizar al desocupado. En particular, analizar la participación de las corrientes de izquierda de la época (socialistas y anarquistas) y de la efímera Federación Obrera (constituida a fines de 1896, y que a finales del año siguiente ya había dejado de existir) en el hecho en sí, a través del relevamiento de las repercusiones del movimiento en la prensa publicada por estas corrientes, así como en ciertas publicaciones periódicas de carácter general (como el diario "La Prensa", con su clásica sección de movimiento obrero). Nos proponemos asimismo avanzar en una explicación de por qué no se logró estructurar una organización estable de desocupados. En otras palabras, por qué una movilización de tal envergadura (5000 personas, en palabras de Ricardo Falcón) no se consolidó ni tuvo continuidad en el tiempo, siendo éste el único hecho de estas características registrado en el periodo. No daremos respuestas absolutas pero consideramos que influyeron en gran medida las mismas características de la economía de la época: la breve recesión que afectó al país entre 1897 y 1899, en una coyuntura de sequía y depresión de los precios agropecuarios en el mercado mundial, y la veloz recuperación y salida de la misma.