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Durante muchos años, el arte rupestre de la sierra de El Alto-Ancasti, en la provincia de Catamarca, fue asociado estilísticamente a la cultura de La Aguada (600-800 d.C.). Sin embargo, gracias al conjunto de investigaciones desarrolladas en la última década, hoy sabemos que las distintas cuevas con pinturas rupestres son el resultado de extensas historias de confección y trasformación de sus repertorios pictóricos, cuya duración temporal trasciende el período considerado para dicha cultura.En esta ponencia, nuestro objetivo es presentar los últimos avances en el estudio de los procesos de producción, usos y modificaciones del arte rupestre. Para ello, describimos algunos resultados de los análisis físico-químicos realizados sobre micro-muestras de pinturas rupestres provenientes de los sitios de Oyola y La Candelaria. Estos estudios siguieron una metodología micro-estratigráfica y emplearon tanto técnicas de análisis por microscopía óptica con luz polarizada, como técnicas analíticas elementales (SEM-EDS puntuales y mapeos). Dichos estudios se complementaron con análisis organolépticos, realizados mediante el empleo de iluminación por luz rasante. Los resultados obtenidos brindan importante información sobre la confección y usos de las pinturas rupestres y permiten subrayar la gran diversidad de materiales y técnicas involucradas y, por último, nos permiten afirmar que existen motivos ocultos a la observación directa actual.

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