INVESTIGADORES
MACCIONI Franca Beatriz
congresos y reuniones científicas
Título:
Imaginar una forma neobarrotóxica de leer y escribir la materia. Aproximaciones al poemario Los ligámenes de Mauro Césari
Autor/es:
FRANCA MACCIONI
Reunión:
Congreso; XI Congreso Internacional de Teoría e Historia de las Artes XIX Jornadas del CAIA; 2021
Institución organizadora:
CAIA- CENTRO ARGENTINO DE INVESTIGADORES DE ARTE
Resumen:
Una ríada de barro tóxico sobre Minas Gerais. Un torrente de polvo, agua, arcillas, plásticos, metales y escombros bajando tras el colapso de dos diques mineros. La misma escena, dos veces: 2015, 2019. 62 billones de litros de una viscosidad rojiza atravesaron 700 km de tierra impregnando el Río Dulce hasta teñir, en su desembocadura, 80 km2 del océano atlántico. Partiendo de esa ?escena? de la catástrofe quisiera, en este trabajo, abrir la pregunta por la imaginación material, por una forma singular de lectura/escritura que se cifra en ese barro tóxico, en ese empaste caustico. ¿Es posible imaginar modos de leer una forma que es puro movimiento de expansión sin límites?, ¿es posible narrar, escribir la lectura de una materia que recusa con su escala toda aproximación posible, que se obstina en su expresión sensible pero más allá de todo sujeto del sentir? Para abrir estas preguntas propongo indagar el dispositivo de lectura/escritura que ?inventa?, ?como dijera Derrida (2014)? entre la ficción y la máquina, el poemario Ligámenes (2021) del poeta y artista visual cordobés Mauro Césari. Para acercarnos a la materialidad de su escritura proponemos continuar el gesto de Nicolás Rosa (1997): leerla como si se tratase de un dato fósil, como si fuera un grumo que no oculta ni las rayas que traza el barro tóxico que avanza sobre la superficie de la tierra, ni el cambio de estado de la materia de una lengua que se empasta en su contacto y cifra en su sintaxis el empuje del barro. Asumiendo ese pliegue entre materia y grafía buscaremos desplegar otra teoría de la lectura, esa quizás que el mismo dispositivo poético de Césari pone en acto de escritura. Una lectura, al mismo tiempo, de la imagen, de la imaginación y del grafismo. ¿Es que acaso puede decirse que el barro escribe?. Y desde allí ¿que este libro escribe la lectura de una pura grafía material?Sabemos que la materia del barro, en su espese, traza una huella gráfica sobre lo que avanza. Escribe si por escritura entendemos la impresión de un trazo, de un raye, de un rastro. Escribe, si escribir se puede, en una lengua que no es humana. ¿Cómo leer entonces la grafía de una viscosidad semejante, qué régimen de expresión convocar para imaginar su sentido?Para explorar estas preguntas seguiremos a quienes, en Latino América, ensayaron modos de abrir una estela de lectura amoldada a la potencia gráfica y significante de la materia. Libertella (1990) llamó patógrafos a esa extraña comunidad de lectores-escritores obsesionados en imprimirles anécdota a las puras letras. A quienes buscaron expandir el grafismo como forma suspendida de sentido en una imaginación que se sabe siempre posterior. Nestor Perlongher (2016), por su parte, inscribe en la tradición del neobarroso esa insistencia en plegar la materia y la forma, esa tendencia a la inmanencia del exceso, esa lectura-escritura que como dijera Sarduy (1972) indica desde su nombre mismo ?el nódulo geológico, la construcción móvil y fangosa, de barro?. En la estela de estas lecturas/escrituras quisiéramos someter a reflexión, por último, la pertinencia de seguir pensando un política poética neobarrosa para el presente, allí donde es necesario insistir en la modulación singularmente tóxica que supone este barro posnatural.