INVESTIGADORES
CHARO Melisa Paola
congresos y reuniones científicas
Título:
Estudios sobre la geodiversidad del sector norte del golfo San Matias, Rio Negro, Argentina.
Autor/es:
MEDINA WALTER; CHARO MELISA; GUILLERMO ACEÑOLAZA
Reunión:
Congreso; XXI CONGRESO GEOLÓGICO ARGENTINO; 2022
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina,
Resumen:
Este trabajo aborda el estudio de la geodiversidad de la costa norte del Golfo San Matías, entre Baliza San Matías (40°54´S/64°27´O) hasta el sur de Piedras Coloradas (40º50’S/ 65º06’O) en la provincia de Rio Negro (Figura 1) en la provincia de Río Negro. El área de análisis es relativamente pequeña, en donde conviven rasgos geológicos de importancia que permiten describir los eventos ocurridos en el Cenozoico que llevaron a la formación de dicho golfo. Es uno de los golfos más importantes de la plataforma argentina, conforman una cuenca semicerrada de 17.000 km2 con una profundidad del orden de los 200 m (Gelos et al., 1988) y con una anchura en su boca de unos 118 km, posee aguas muy profundas sin peligros para la navegación. La Bahía San Antonio que forma parte del área de análisis, se encuentra entre las latitudes 40° 40’ sur y 40° 50’ sur y longitudes de 64° 40’ oeste y 65° 07’ oeste. Presenta una forma de óvalo y se halla semicerrada por dos espigas, la espiga de Punta Delgado y la espiga de Punta Villarino (Kokot y Favier Dubois, 2017). Es un sistema estuarial que presenta una superficie total aproximada de 12.800 ha, comunicándose con el golfo mediante una boca aproximadamente de 5 km de ancho (Fucks et al., 2012).Actualmente se encuentran en uso varias acepciones al termino geodiversidad, pero uno de los más citado es el de Gray (2004) quien la considera como “el rango natural de diversidad de rasgos geológicos (rocas, minerales y fósiles), geomorfológicos (formas del terreno y procesos) y suelos, incluyendo sus relaciones, propiedades, interpretaciones y sistemas”.El objetivo de este trabajo es analizar y valorar la geodiversidad de la costa norte del Golfo San Matías. La metodología que se utilizó a tal fin se basó en la suma de índices numéricos parciales, calculados sobre diferentes mapas que representan el mayor número de elementos de geodiversidad. El Índice de Geodiversidad se obtiene de la suma de estos índices parciales, siendo este último el resultado de la suma de unidades y ocurrencias en áreas definidas por una cuadrícula, adaptación de Pereira et al, 2013. Para llevar a cabo esta metodología, como primera medida, se georreferenciaron bajo el mismo sistema de referencia (POSGAR 2007, Faja 3) los mapas base que sirvieron como insumo para los diferentes índices que componen el índice de geodiversidad. Estos son el mapa geológico, geomorfológico, geotectónico, edáfico. Cabe aclarar que los mapas base provienen de diversas fuentes, y en algunos casos, están realizados a escalas diferentes. Posteriormente, se generó una cuadrícula de 5x5 km a una escala 1:200.000, que será la escala de representación de los mapas. Como resultado, se crearon 45 cuadros de 5x5 km cada uno. A partir de dicha cuadrícula, se calculó la cantidad de estructuras presentes en cada cuadro, y de esa manera se elaboraron los índices parciales. Finalmente, se sumaron los índices parciales para generar un único índice de geodiversidad en el área de estudio. Como resultado, se obtuvo un mapa de geodiversidad con un valor mínimo de 1 y un máximo de 10, ordenados en tres intervalos: Bajo (1-5), Medio (5-8) y Alto (8-10).La zona pertenece a la provincia geológica del Macizo Norpatagónico, cuyo relieve característico es una meseta de basalto (Kokot y Favier Dubois, 2017). Las unidades más antiguas que se conocen en el área de estudio corresponden a granitos del Complejo Plutónico Paileman asignados al Carbonífero Superior –Triásico Inferior, observable al sur de Piedra Colorada (Fucks et al., 2012). En su análisis Kokot y Favier Dubois, (2017) presentan las siguientes unidades geomorfológicas: 1 Bajo Inundado, 2 Espigas, 3 Cordones Litorales, 4 Planicie de Marea, 5 Delta de Reflujo, 6 Acantilado Activo, 7 Acantilado Inactivo, 8 Plataforma Litoral, 9 Dunas, 10 Pedimentos.Los depósitos del Cuaternario Tardío están representados por acantilados, cordones litorales (depósitos de grava y arenas), paleoplayas, y “beachrocks” (ej. Angulo et al., 1978; Fidalgo et al., 1980; Rutter et al., 1989; Kokot y Favier Dubois, 2009, 2017; Fucks et al., 2012b; Mouzo, 2014) compuestos por fauna fósil en especial bivalvos y gasterópodos marinos (Pastorino, 1994, 2000; Charó et al., 2014) considerados como proxies paleoclimáticos (Charó, 2014). Entre los moluscos fósiles pleistocénicos se encuentran Tegula atra (Lesson, 1830), es un gasterópodo de concha gruesa y globosa de color variable desde violeta hasta negro. Se encuentra en ambientes intermareales asociados a fondos duros. No hay evidencia de su existencia en los cordones holocenos a lo largo de la costa patagónica argentina ni evidencias que vivan en las playas actuales en el Océano Atlántico (Aguirre et al., 2013). Se destaca, además, el bivalvo infaunal filtrador Anomalocardia brasiliana (Gmelin, 1791) de aguas cálidas del Atlántico Occidental, desde las Antillas Francesas hasta las costas del Brasil (Oliveira et al., 2011). Se encuentra en la zona intermareal a una profundidad de 1,5 m., vive ligeramente enterrado en arenas fangosas de ambientes de aguas poco profundas, particularmente en lagunas de manglares (Ríos, 1994). Está ausente a partir de Holoceno en las costas patagónicas argentinas, siendo su límite actual el sur de Brasil (Charó, 2014). Por último, se encuentra la Chama iudicai (Pastorino, 1991) pertenece a la Familia Chamidae, son incluidas como fauna de moluscos de aguas cálidas. En la actualidad se las encuentra más al norte, a los 27° de latitud sur en aguas cálidas de la costa brasilera del Océano Atlántico