NFT en un Museo de Bellas Artes. Blancos, grises y negros

ALEJANDRA PANOZZO ZENERE

Ciudad de México

Encuentro; 10º Encuentro Iberoamericano de Museos (EIM); 2022

IBERMUSEOS

El cambio de paradigma sobre el papel cultural y la función social de los museos implicó, para muchos de ellos, un pasaje de custodio de objetos a facilitador de interacciones con y desde los públicos. Este aspecto que parece haber alcanzado una nueva dimensión, a consecuencia de la pandemia que afecta al mundo desde el 2020, es producto, en realidad, de un proceso que comenzó hace varias décadas. Actualmente, estamos vivenciando el giro mediatizado de los museos, y articulación entre sectores de la cultura revisados por la Economía Creativa, se configuraría, a partir del encuentro continuo entre procesos y estructuras, formas y contenidos que operan en distintos ámbitos y a diferentes escalas en los medios de comunicación y en la vida cotidiana. Se proyecta, a raíz de ello, el desafío de pensar a esta institución cultural no solo desde la tecnología sino, principalmente, en relación con las transformaciones sociales y culturales también mediatizadas. En esta línea, el evento vibrant que tuvo lugar, el 24 y 25 de junio, en la sala central del Museo Municipal de Bellas Artes “Juan B. Castagnino” (Rosario, Argentina) núcleo la primera puesta de una serie de encuentros que se llevarán a cabo en distintos países de América y Europa y el primero en la ciudad, de conocer el mundo NFT y arte digital, crypto, blockchain y metaverso, para conocer el potencial económico, legal y artístico de los tokens no fungibles. Este evento organizado por DFINITY Foundation ―entidad suiza sin fines de lucro― y la Municipalidad de Rosario ofreció: por un lado, una muestra ―con previa inscripción a su plataforma― de artistas internacionales, nacionales y locales ―estos últimos mediante convocatoria abierta― en el horario de 18hs a 22 hs ―por las características de este tipo de tecnología―; por otro, charlas de referentes de este tipo de tecnología y producciones artísticas. Esta oferta, para el museo, generó una circulación y llegar a otros públicos; cerca de 2000 personas participaron, casi el número de visitantes totales anuales. Se generó una prolongación del espacio físico-virtual, al exhibir propuestas artísticas digitales en pantallas y bajo una atmosfera inversiva que convino sonido, imágenes y multimedia, pero generó una prolongación a través de códigos QR a la plataforma DFINITY Foundation ―para conocer a los artistas y poder comprar sus obras―, así como la circulación a los espacios donde se ubicaba la exposición con obras de la colección de artistas locales con técnicas tradicionales. Y, resignifica lazos con agentes privados con los que se suele establecer relaciones de mecenas, donadores, etc. Sin embargo, no podemos dejar de señalar que este evento artístico, en algunas zonas del espacio expositivo ―colocación de pantallas con propaganda y personal que vendía servicios―, tiño de publicitario y espectáculo un negocio digital en plena expansión que están siendo explotados en Argentina, y Latinoamérica. Estamos ante una sinergia muy novedosa de articulación entre sectores públicos-privados; espacio físico-virtual; practicas artísticas tradicionales-nuevas; visitantes asiduos y potenciales; pero que no dejan de pensar que socaba los cimientos de una institución cultural al ponderar un tipo de estructura económica y circuito global; volverse un canal de recopilación de datos para terceros; una oferta mise an scene.