Categorizaciones analíticas sobre el genocidio argentino

LIOR ZYLBERMAN

Buenos Aires

Encuentro; Primer Encuentro Internacional "Análisis de las prácticas sociales genocidas"; 2003

UNTREF

En la configuración del mapa político latinoamericano durante las décadas del '60 y '70, el 'terrorismo de Estado' aparece como una particularidad recurrente. Uno de los ejes programáticos de este tipo de gobierno es que el grupo que quiebra el orden democrático siempre porta un nuevo proyecto de Estado, un rígido concepto de lo que la 'nación debe ser'.En la historia de nuestro país se registran una multiplicidad de golpes militares, aquí nos focalizaremos en los primeros años del último gobierno de facto (1976/1979) con el fin de evidenciar como se intentó materializar dicho programa. Este plan se construyó sobre tres pilares: económico, político y social; y para su concreción el Poder Militar de la Nación desplegó un sistema nacional de represión con el propósito de neutralizar, destruir y aniquilar de manera sistemática a aquellos que se oponían al nuevo 'paradigma' de país. Desde una perspectiva económica el país adoptó medidas neoliberales (aunque no llamadas así por sus ejecutores), desde lo político el sistema represivo aseguró que las urnas estuvieran bien guardadas quitando así toda participación política. En el proyecto militar todo aquel que no alentaba las ideas y propuestas del Proceso era marcado y perseguido como subversivo, término portador de una enorme vaguedad conceptual que contenía todo aquello que atentara 'contra el ser nacional y los principios básicos de nuestro ordenamiento sociopolítico, en su concreta configuración histórica y jurídica'. Bajo el manto occidental y cristiano la Junta, el máximo órgano de poder del Proceso, gestionó los diversos criterios de 'normalidad'(Foucault, 1975) dentro del régimen. De este modo será necesario indagar aún más acerca del lugar que ocupaba la subversión y las diversas formas en era concebida dentro del plan de estado y país. El nuevo gobierno se presentó como rector de la población, y así como en la pedagogía infantil el susto orienta la educación de los niños, en el nuevo estado el terror guiaba la conducta de los ciudadanos (Arendt,1956). Las prácticas genocidas penetraron el tejido social, instaurando una multiplicidad de consideraciones en torno al cuerpo; cuerpos-ausentes, cuerpos-desaparecidos, cuerpos-excluidos, (Forster, 2003). Las propiedades que caracterizan un genocidio han sido abordadas por diferentes autores: debe existir una voluntad para destruir 'físicamente' a un grupo; está debe ser 'premeditada'; para llevar a cabo el plan de exterminio recursos burocráticos y tecnológicos deben ser puestos en movimiento para efectivizar los medios de destrucción; y por último todo recuerdo del crimen debe ser borrado y negado (Delacampagne, 1998). Estas pueden ser encontradas en la última dictadura, por lo tanto se puede afirmar taxativamente el Genocidio argentino. El presente análisis, se abordará con categorías de algunos pensadores que reflexionaron sobre el hecho, no se perderá de vista escritos esclarecedores para analizar el fenómeno, como también documentación de la época a analizar y testimonios de sobrevivientes del suceso.