BECAS
MINES CUENYA Ana
capítulos de libros
Título:
Misoprostol, Atención Primaria de la Salud, usuarixs y activismo lésbico: una combinación afortunada en la construcción del derecho al aborto en Argentina
Autor/es:
MINES CUENYA, ANA; PERALTA, MARIA LUISA
Libro:
Vida, política y medicamentos. Aproximaciones heterogéneas a un campo complejo
Editorial:
Ediciones del CCC
Referencias:
Año: 2023; p. 171 - 181
Resumen:
Quienes escribimos estas líneas fuimos integrantes del colectivo Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto desde sus inicios, allá por el 2008 y durante sus primeros años. Aquellos fueron tiempos en los que el activismo tortillero sacó al aborto con misoprostol del clóset, salida que generó al menos dos efectos íntimamente aparejados: Por un lado, el aumento de circulación de información confiable referida al uso del misoprostol para la realización de abortos seguros en diversos ámbitos comunitarios, es decir, por fuera de los servicios de salud. Nos referimos a organizaciones feministas, sociales y políticas, grupos de amistad o afinidad de distinto tipo, espacios de formación docente, entre otros. Por otro lado, la visibilización del misoprostol estuvo íntimamente aparejada al pasaje de la fórmula aborto=evento complejo, potestad de médicxs ginecólogxs, que requiere de intervenciones invasivas y muchas veces peligrosas a aborto=proceso simple, ambulatorio, autoadministrado y susceptible de ser realizado en casa, con el seguimiento de servicios de Atención Primaria de la Salud (en adelante APS), de la mano de médicxs generalistas e inclusive de profesionales no médicxs. O sea, el aborto, otrora evento riesgoso llevado a cabo mediante técnicas en muchos casos quirúgicas con anestesia, como el legrado, provistas por profesionales que ejercían en la clandestinidad, pasó a ser un proceso al alcance de la mano, do it yourself. Literalmente: quienes querían abortar un embarazo de hasta 12 semanas podían introducir (vía vaginal o sublingual) 12 pastillas organizadas en 3 dosis de 4 comprimidos, espaciadas por una determinada cantidad de tiempo. Horas después, esto desencadenaría un sangrado que podría ser parecido o un poco más fuerte que el de la menstruación habitual. En este último punto es donde queremos hacer foco, o sea, en las maneras en las que la articulación entre el misoprostol, su puesta en escena de la mano del activismo lésbico, el quehacer de quienes usaron este medicamento para realizarse abortos y el aumento de la presencia de sectores sanitarios de APS hicieron que los abortos sean, material y simbólicamente, otros abortos.