Respuesta Inmune a Infecciones fúngicas

SOTOMAYOR, CLAUDIA ELENA; MIRÓ, MARÍA SOLEDAD; MASIH, DIANA TERESA

Microbiología Biomédica

Atlante

Lugar: CABA; Año: 2015;

De los tres dominios del árbol filogenético universal, Bacteria, Archea y Eukarya, elaborado a partir de la comparación de las secuencias de ARN ribosómico de los seres vivos, el reino de los hongos se encuentra clasificado en el dominio eucaria.Los hongos son eucariotas heterotróficos, caracterizados por presentar una rígida pared celular rica en estructuras glucídicas y quitina, rodeando a una membrana plasmática celular que presenta como principal esterol al ergosterol. Clasificados de acuerdo a su morfología en dos grandes categorías, levaduriformes y filamentosos, estos microorganismos pueden causar un amplio espectro de patologías en los seres humanos con síndromes que abarcan infecciones cutáneas, micosis profundas o sitémicas y enfermedades mediadas por reacciones de hipersensibilidad tipo I o alérgicas. En este capítulo abordaremos el estudio de los mecanismos inmunológicos que rigen la respuesta antifúngica durante el curso de las micosis profundas, infecciones que por su severidad comprometen la vida del paciente.La mayoría de los hongos son ubicuos en el medio ambiente y los individuos están expuestos por inhalación a formas o elementos fúngicos pequeños como esporos o células de levadura (Box 1). Entre los hongos comunes productores de micosis profundas se encuentran Aspergillus fumigatus, Cryptococcus neoformans y hongos dimórficos termales tales como: Histoplasma capsulatum, Blastomyces dermatitides, Paracoccidioides brasiliensis, Coccidioides immitis, Penicillium marneffei y Sporothryx schenckii. Estos microorganismos presentan tropismo por diferentes órganos y pueden dar origen a distintas enfermedades (Tabla 1). A excepción de C. neoformans (hongo monomorfo), en este grupo de patógenos la fase hifal se encuentra asociada al estado de vida libre del hongo, mientras que la fase levaduriforme a la localización tisular en el hospedador. Las infecciones por Candida albicans presentan características particulares, debido a que su hábitat como comensal lo constituyen la piel, superficies mucosas y tracto gastrointestinal. Mientras que para la mayoría de los agentes fúngicos mencionados la fuente de infección es exógena, para C. albicans el reservorio natural lo constituye el propio individuo. En este caso, y como resultado de una historia natural de coevolución de este hongo con el huésped, el sistema inmune ha sofisticado los mecanismos de reconocimiento, tolerancia y control como parte de un armonioso balance necesario para la coexistencia.