INVESTIGADORES
VENNARI Veronica Vanesa
congresos y reuniones científicas
Título:
Neusticemys neuquina del límite Jurásico-Cretácico de Los Andes de Mendoza (Argentina) con nuevos aportes al conocimiento sobre la paleoecología y la paleobiogeografía de las tortugas talasoquelídeas
Autor/es:
GONZÁLEZ-RUIZ, P.; DE LA FUENTE, M.S.; FERNANDEZ, D.E.; VENNARI, V.V.; JANNELLO, J.M.; MANIEL, I.J.; AGUIRRE-URRETA, B.
Lugar:
La Plata
Reunión:
Simposio; 8° Simposio Argentino Jurásico; 2023
Resumen:
En el presente estudio describimos los restos craneales y poscraneales de un ejemplar (MHNSR-PV-1195) de Neusticemys neuquina procedentes de niveles de la Formación Vaca Muerta expuestos en Arroyo Durazno, Provincia de Mendoza, Argentina (Fig. 1 a). Los restos de tortuga provienen de un nivel de wackestone concrecional gris oscuro (DU 45), de 0,5 m de espesor, intercalado con margas laminadas oscuras (Fig. 1 b). El intervalo puede asignarse a la Biozona de Asociación Substeueroceras koeneni lo que indica una edad tithoniana tardía a berriasiana temprana (Aguirre-Urreta et al., 2019; Fernández et al., 2019; Lena et al., 2019) mediante la identificación de la especie homónima y ejemplares de Spiticeras acutum Gerth, S. hauthali Gerth, Blanfordiceras sp. y Substeueroceras? subfaciatum (Steuer). El nivel DU 45 también contiene bivalvos excavadores poco profundos y gastrópodos. Aunque la extensión al Berriasiano de la Biozona de S. koeneni aún es incierta (Riccardi, 2015; Vennari et al., 2014), la identificación de la primera aparición del nanofósil Rhagodiscus asper (Stradner) Reinhardt en el nivel DU 44, inmediatamente por debajo de la posición de la tortuga, constituye es un bioevento secundario del Tithoniano superior que indica la Subzona NJK-B (Bralower et al., 1989; Casellato, 2010). En consecuencia, los restos fósiles de esta tortuga son los más jóvenes de la especie N. neuquina reportados hasta el momento. Se escaneó el cráneo de la tortuga (Fig. 1 c) en un tomógrafo y se reconstruyó su anatomía, lo que a su vez permitió explorar detalles de la anatomía interna y confirmar su asignación al clado Thalassochelydia. Los caracteres que sustentan la inclusión de la tortuga a este clado son: el receso anterolateral de la superficie anterior del cuadrado lateral al processus trochlearis oticum; la presencia de una fosa en el área de contacto supraoccipital-opistótico-exoccipital; el foramen anterius caroticus cerebralis se encuentra muy cerca, pero como foramen independiente en el basiesfenoides; la presencia del esplenial en la mandíbula; falta de osificaciones laterales de las costales; la presencia de periféricas sin costillas; de dos a cuatro escudos vertebrales significativamente más anchos que los pleurales; y la articulación central de las vértebras cervicales no formada. La anatomía mandibular de N. neuquina sugiere una dieta con base en presas de cuerpos blandos. La morfología apendicular difiere de la correspondiente a las tortugas marinas Chelonioidea, y podría estar representando una forma diferente de desenvolverse en el ambiente marino, una condición al parecer más extendida de lo que se suponía anteriormente entre los Thalassochelydia. Representando este clado al más ampliamente distribuido en los mares poco profundos del Jurásico Superior, que probablemente usó el Corredor Hispánico para arribar al Pacífico Oriental, siendo N. neuquina el único taxón de Thalassochelydia en esta región, por lo que su presencia aquí puede resultar crucial para comprender la distribución global de los reptiles marinos en el Jurásico Superior.