Al pie de la letra

JULIA KRATJE

Tomar las aulas. Las clases de Teoría y Estudios Literarios Feministas

Madreselva

Año: 2023; p. 615 - 621

"Andá a cantarle a Gardel, andá a cantarle a Perón": con una entonación sincopada, Fito Páez realza los tiempos débiles y sigue el acento de cada palabra en una sólida métrica de 4/4, de modo que lo musical, en segundo plano, queda desfasado y lo que se subraya es la propia rítmica del texto. Así, en Acerca del niño proletario (Rey Sol, 2000), la voz exclama un canto casi despojado de melodía. Algo parecido sucede en Tráfico por Katmandú (El amor después del amor, 1992), cuando la voz afirma que "200 chicos mueren hoy sin su AZT". La ira hecha canción se vuelve un grito de rabia. El menos sagrado de los gritos: "En esta puta ciudad / todo se incendia y se va, / matan a pobres corazones. / En esta sucia ciudad / no hay que seguir ni parar, / ciudad de locos corazones." El impacto del dolor que ya había violentado el riff de guitarra en Ciudad de pobres corazones (Ciudad de pobres corazones, 1987) muestra que la agresión y el padecimiento, cuando son tan extremos, no pueden afinarse sino a los golpes. Osvaldo Lamborghini expresa este arremetimiento con todas las letras.