El corpus marxista. 1955-1976

PAGLIONE, HORACIO

La irrupción de la crítica, vol. 10 de Historia crítica de la literatura argentina.

Emecé

Lugar: Buenos Aires; Año: 1999; p. 465 - 500

No podrían comprenderse acabadamente la crítica literaria ni el ensayo filosófico y cultural de las dos décadas que transcurren entre los dos golpes militares que derrocaron a sendos gobiernos peronistas (1955-1976), sin atender al auge que simultáneamente conoció la cultura marxista en la Argentina. El marxismo había sido, hasta entonces, un saber de avanzada, privativo de círculos intelectuales o, a lo sumo, de los sectores más intelectualizados de la militancia política de izquierdas. Desde luego que casi todas las franjas de la izquierda, desde los socialistas a los trotskistas, pasando por los comunistas, tenían su principal referente teórico en Marx, y que desde fines del siglo pasado, comenzando por Germán Avé-Lallemant y Juan B. Justo, traducían y divulgaban en libros, revistas y folletos la cultura marxista de su época. Es cierto también que Marx era una figura popular dentro del campo de la izquierda, digna de ilustrar más de una tapa de la revista Claridad que editaba Antonio Zamora. Pero la lectura efectiva de su obra estaba reservada a círculos más pequeños, emparentados en los ´30 y ´40 a los nombres de un Aníbal Ponce, un Emilio Troise o un Héctor Raurich. El mismo Nicolás Repetto, principal dirigente socialista tras la muerte de Juan B. Justo, confesaba en sus memorias haber fracasado en sus intentos por leer El Capital de Marx. A partir de mediados de los años ´50 este escenario se va transformando vigorosamente. El marxismo pasa a ser uno de los ejes de la modernización cultural de todo el período. De las revistas partidarias pasa a las más importantes revistas culturales, de los pequeños cenáculos pasa a ocupar un lugar en la gran prensa. Su irradiación es acompañada por el crecimiento simultáneo de la llamada ?nueva izquierda?, pero su influjo trasciende el campo de la política, y el ?careo con Marx? pasa a estar en el orden del día tanto para la filosofía como para la sociología, para la crítica cultural como para el psicoanálisis. Cuestiones como las relaciones entre marxismo y cristianismo, marxismo e intelectuales, marxismo y Tercer Mundo, marxismo y literatura, ocupan lugares privilegiados en el debate intelectual. Uno de los principales gestores de este proceso, José Aricó, señalaba en aquellos años: "El marxismo participa en el Saber de nuestra época y todos somos, de una manera u otra, ?marxistas??.