INVESTIGADORES
GIL Sandra Viviana
libros
Título:
Inmigración y diversidad en el contexto europeo. Informe comparado sobre las políticas migratorias en los Países Bajos y el Estado español,
Autor/es:
GIL ARAUJO, SANDRA
Editorial:
Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria y Transnational Institute
Referencias:
Lugar: Madrid; Año: 2002 p. 126
Resumen:
Este informe es resultado de la colaboración entre el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria de Madrid (IECAH) y el Transnational Institute de Amsterdam (TNI), y ha recibido el apoyo de la Embajada del Reino de los Países Bajos en el Estado español. La iniciativa ha estado guiada por el interés de potenciar los vínculos entre ambos países, impulsarel conocimiento mutuo y facilitar el trabajo conjunto entre organizaciones que se desenvuelven en ámbitos similares. El objetivo de este proyecto es ofrecer un análisis comparado sobre las políticas migratorias de los Países Bajos y el Estado español, con el telón de fondo del proceso de armonización de las políticas migratorias comunitarias. A pesar de los esfuerzos hechos en esta dirección, los resultados hasta el momento son bastante pobres y se limitan a la normativa de visados y otras exigencias para el ingreso al espacio Schengen. Las divergencias entre los distintos Estados miembros son, hasta el momento, una constante. En este sentido, la elección de los casos no es aleatoria. El norte europeo ha sido una región receptora de inmigración desde hace cinco décadas. Los países del sur de la Unión empezaron a convertirse en receptores hace apenas quince años. Mientras los Países Bajos importaban mano de obra para satisfacer las demandas de una industria manufacturera en expansión, el Estado español exportaba trabajadores al norte europeo. Es en 1985, con su ingreso en la entonces Comunidad Económica Europea, cuando las migraciones aparecen en la agenda gubernamental española. En los Países Bajos, las comunidades de origen inmigrante más numerosas llevan cuarenta años asentadas y en todos los casos existe una segunda generación. Los inmigrantes representan el 9% de la población. Como contraparte, hace apenas diez años que la presencia de población inmigrante ha comenzado a ser visible en algunos punto de la geografía española y representa el 3% del total. En ambos casos el origen de algunas comunidades de inmigrantes se enlaza con el pasado colonial. Indonesia, Surinam y Antillas en los Países Bajos; América Latina, Filipinas y el norte de Marruecos en el Estado español. Como en la mayor parte de los tradicionales países de inmigración europeos, en los Países Bajos tanto los antiguos como los nuevos inmigrantes provienen, mayoritariamente, de países del llamado Tercer Mundo. En el Estado español casi la mitad de los extranjeros son ciudadanos comunitarios o de algún país altamente industrializado; el resto es originario de África, América Latina o Asia, con una importante presencia femenina. En la actualidad, las principales vías de acceso legal al territorio holandés para los extranjeros no comunitarios son la solicitud de asilo o la reunificación y formación familiar. En el caso español el número de refugiados es muy bajo y la inmigración no comunitaria es básicamente laboral. Estas diferencias han supuesto algunos obstáculos a la hora de intentar estandarizar la presentación de cada caso. Hay una serie de datos sobre la población inmigrante que en el Estado español aún no existen, en parte por deficiencias en la recolección y tratamiento de los datos, en parte por el corto periodo de tiempo transcurrido. Otro elemento importante es el diseño de las políticas de integración. Dado que la política de inmigrantes en los Países Bajos está orientada hacia grupos específicos (target groups), muchos de los datos publicados sobre las comunidades de inmigrantes se refieren exclusivamente a estos grupos, catalogados como minorías étnicas. En este caso, cuando se habla de minorías se hace referencia a las comunidades inmigrantes más desfavorecidas. Esto significa que las políticas son focalizadas y que no están dirigidas a todos los inmigrantes, sino a aquellos colectivos definidos como en desventaja. Otro punto a tener en cuenta, a la hora de considerar los datos y clasificaciones estadísticas, es la categoría de inmigrantes de segunda generación, o el de allochtonen, bajo la cual se agrupa a todas las personas que tengan madre y/o padre nacidos en el extranjero. Por otra parte, la preponderancia de la inmigración laboral en el caso español explica el peso de los datos acerca de su inserción en el mercado de trabajo, cosa que probablemente se eche de menos para los inmigrantes asentados en los Países Bajos. La estancia en Amsterdam para recabar información sobre los Países Bajos tuvo lugar entre junio y diciembre de 2000. El informe está estructurado en tres partes. En la primera se aborda el caso holandés y en la segunda el español. Ambos apartados están organizados de la misma manera: en la primera sección se detallan las características de las comunidades inmigrantes en cada contexto. A continuación se describen los antecedentes de las políticas migratorias, para luego analizar las medidas y programas que actualmente se están desarrollando. Por último, se retoman los puntos planteados y se avanzan algunas conclusiones. El informe se cierra con una tercera parte en la que se comparan brevemente los elementos distintivos de cada una de las realidades, explicando similitudes y diferencias y señalando algunas variables a considerar a la hora de diseñar y poner en práctica normativas migratoriascomunes en el espacio comunitario. En los anexos se reúne información bibliográfica, el desarrollo de las siglas utilizadas en el texto y los datos de algunas de las organizaciones e instituciones que trabajan en el campo de las migraciones en ambos países.