Una década de reformas estructurales. El caso de Argentina entre 1989 y 2001

ARMELINO, MARTÍN

Movimientos Sociales y Derechos Humanos en la Argentina contemporánea: debates, estudios de caso y perspectivas

Ciccus-SIT

Lugar: Buenos Aires; Año: 2010; p. 53 - 76

El acceso de las reformas de mercado en Argentina impactó en dos planos: el primero, ligado a la coyuntura de fines de la década de 1980, obedecía a la necesidad de resolver la crisis macroeconómica resultante de los apremios de la deuda externa y los picos hiperinflacionarios. El otro plano, de más largo alcance, golpeaba severamente las bases del patrón de desarrollo orientado hacia el mercado interno y promovido desde el estado, que se había organizado luego de la segunda guerra mundial. De este modo, las transformaciones apuntaron a desmontar la estructura de un modelo de desarrollo cuyos mecanismos de intervención y control de la actividad económica ya no podían responder ni a los desequilibrios macroeconómicos más apremiantes ni a la presión de los organismos de crédito internacional, que condicionaban su auxilio financiero a estos países en crisis exigiendo la adopción de los programas de ajuste fiscal. Si la meta por delante se desdoblaba en esos dos frentes, el instrumento para cubrirlos era uno solo: el conjunto de reformas que desbloquearían el camino hacia la inversión privada, el aumento de la competencia comercial y la apertura económica. Estas medidas formaban parte del denominado “Consenso de Washington”, que sintetizó los puntos principales del pensamiento económico en torno de la política económica de los países en desarrollo. Asentado en el discurso neoliberal e impulsado por las agencias internacionales de crédito, este consenso planteaba: apertura económica, liberalización comercial, privatización de empresas estatales y solidez de la moneda. Al dirigir la atención sobre la dinámica política a través de la cual se procesan estas reformas, debe advertirse que este proceso de cambio ha sido liderado por gobiernos elegidos democráticamente. Como tal, es indispensable evaluar los apoyos políticos y sociales con que se cuenta para realizar un programa de cambio, en especial porque su procesamiento genera ganadores y perdedores, y necesariamente la empresa reformista privilegia a ciertos sectores y afecta a otros. En el caso argentino, como otros ocurridos en América Latina, fue un gobierno de base popular el que encaró las transformaciones. Se trata del gobierno peronista de Carlos Menem (1989-1999), cuya política económica neoliberal golpeó severamente a su base social de apoyo. En ese sentido, el peronismo modificó parcialmente sus fuentes históricas de consenso social y político, que se expresarían en las urnas y en la calle.             El gobierno de la Alianza (1999-2001) sufriría los coletazos de la crisis económica y social, producto de la profundización de las medidas de ajuste y de su falta de cintura política para sostener su coalición de gobierno.