Tensiones entre organización sindical y organización territorial: la experiencia de la CTA y la FTV en el período poscrisis

ARMELINO, MARTÍN

La huella piquetera. Avatares de las organizaciones de desocupados después de 2001

Ediciones Al Margen

Lugar: Buenos Aires; Año: 2008; p. 141 - 182

Luego de la finalización abrupta y traumática de la administración de la Alianza, en diciembre de 2001, los gobiernos que la sucedieron tenían por delante la resolución de dos problemas: uno de ellos era la crisis de legitimidad política de los poderes públicos y sobre todo de la autoridad presidencial; el otro era la contención del conflicto social, dilatado en un contexto de acelerada depresión económica, elevada desocupación y alta movilización. Si en los últimos años de la década de 1990 las condiciones económicas y sociales habían influido en la aparición de nuevos actores que animaron los procesos de movilización y confrontación con los poderes públicos, como fue la organización de los desocupados en distintas agrupaciones, la crisis de fines de 2001 les planteó la posibilidad de que aquella fuerza de confrontación se tradujera ahora en mayor capacidad para gravitar en la arena política. Estas expectativas sembradas desde el lado de los actores movilizados se enfrentaron con las de aquellos actores tradicionales que contemporáneamente buscaban restaurar el poder de las instituciones. De allí que ese proceso de recomposición institucional exigió a los gobiernos realizar algún tipo de concesión a los grupos que pujaban por ensanchar los márgenes estrechos de maniobra con que habían contado hasta entonces para disminuir su potencialidad movilizadora y llevar a buen puerto el curso de sus administraciones gubernamentales. Este acercamiento entre gobiernos y organizaciones sociales tuvo matices tanto en el tipo de ofertas que aquéllos realizaron como en la predisposición de éstas para aceptarlas o rechazarlas. Como tal, rápidamente se establecieron divisiones entre grupos proclives a la negociación y grupos más radicalizados. Colocada nuestra atención en ese proceso, que en este trabajo abarcará los años 2002-05, nos interesa alumbrarlo a través de la experiencia de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y la Federación de Tierra, Vivienda y Hábitat (FTV). Mediante el análisis de estas organizaciones observaremos, por un lado, la trayectoria de la agrupación territorial (FTV) que más provecho obtuvo del proceso de institucionalización de un conjunto de reclamos diseñado desde el estado al precio de un alineamiento progresivo con los gobiernos. Por el otro, se busca observar el intento de una organización más vasta (CTA) por representar y coordinar a un heterogéneo conjunto de agrupaciones sociales y populares para influir en el plano político de esa hora. Importa señalar que la elección de estos actores supone, además, dar cuenta de una serie de vicisitudes que no experimentaron otras organizaciones. Esto se debe al vínculo constitutivo que existe entre ambas: la FTV se formó a mediados de 1998 y con ella se incorporaron a la CTA agrupaciones territoriales y de desocupados. La CTA, por su parte, se fundó a comienzos de la década de 1990 como una central sindical de nuevo tipo pero desde un principio buscó ampliar su alcance a los sectores populares en general. La convergencia de sectores diferentes en un mismo colectivo aún en formación mostró rasgos contrastantes en su desenvolvimiento que se acrecentaron en los años siguientes a los sucesos de 2001 y generaron tensiones entre ambas. Si ese período había generado expectativas de cambio entre los diferentes actores provenientes del campo popular, la forma en que la CTA y la FTV aprovecharon ese tiempo y los resultados que sus opciones comportaron fueron indicadores de aquellos contrastes. Entonces, a nuestro interés inicial de observar el proceso político a través de estas organizaciones se suma otro más: averiguar por qué se distanciaron los objetivos y metas de la CTA y la FTV y por qué, pese a ello, no se quebró el vínculo entre ambas.             Debido a las condiciones y consecuencias que el proceso político enmarcado en este período le imprimió a organizaciones sociales como éstas, nuestro análisis de las tensiones y diferencias entre CTA y FTV quedará circunscripto a la manera en que participaron de la recomposición institucional del régimen político de gobierno. Así, nuestra referencia a la CTA y a la FTV tomará en cuenta, particularmente, el punto de vista de sus respectivas dirigencias, porque es desde la cumbre del poder de una organización donde se definen estrategias y se toman decisiones para influir en la arena política.