INVESTIGADORES
ARMELINO Martin
capítulos de libros
Título:
Gordos
Autor/es:
ARMELINO, MARTÍN
Libro:
Pequeño diccionario del léxico corriente de la política argentina (1983-2007)
Editorial:
Universidad Nacional General Sarmiento
Referencias:
Lugar: Los Polvorines; Año: 2014; p. 197 - 200
Resumen:
Se denomina gordos a un sector de los dirigentes sindicales dentro de la CGT que, por el número de afiliados que sus organizaciones ostentan y por el volumen de negocios ligados al bienestar social que administran, condensan una apetecible porción de poder gremial y económico, y disponen de un margen de maniobra mayor que el de otros sindicatos para influir en las negociaciones de los sectores de actividad que representan. Por lo tanto, el sentido de la voz surge, sobre todo, del peso de estos sindicalistas para dirimir los términos de la política laboral formulada por los gobiernos. El origen de los gordos se remonta a la década de 1990. En dicho período, el gobierno peronista de Carlos Menem promovió reformas estructurales que modificaron el modelo asentado en la posguerra de industrialización sustitutiva de importaciones por otro orientado a las políticas de mercado y la globalización financiera. Los sindicatos de las empresas estatales de servicios y del complejo bélico-industrial se contaban entre los principales perdedores de las transformaciones en marcha porque la liquidación de varias de esas empresas y la privatización de otras tantas perseguían, entre sus objetivos, la reducción del volumen del empleo público, y esto amenazaba sus fuentes de poder. El gobierno, por su lado, requería el apoyo de este actor para sostener en el tiempo la modernización económica, y lo obtuvo convocando específicamente a los sindicatos de los sectores que debían participar de las reformas necesarias para propiciar las nuevas actividades de la emergente economía de servicios, basada en el mercado antes que en la intervención del estado. De este modo, les retribuyó sus pérdidas convocándolos a administrar los fondos de jubilación y pensión privada o a dirigir empresas de medicina prepaga asociadas a las obras sociales que ya gestionaban, pudiendo extender la provisión de los servicios al vasto universo de los consumidores. Los sindicatos de comercio, de administración pública, de los servicios de agua, electricidad, teléfonos y ferrocarriles, de las industrias metalúrgica, automotriz y del petróleo, entre otros, convalidaron las reformas y experimentaron una mutación organizativa hacia el mundo de los negocios, asumiendo fielmente la denominación business union aplicada a los sindicatos norteamericanos. Con excepción del sindicato de comercio, que no resultó afectado por el ingreso de las políticas neoliberales y que aprovechó esta vía para aumentar su poderío, el resto de los sindicatos pudo compensar con solvencia las pérdidas ocasionadas por el cambio. Dentro de este grupo surgieron los gordos, cuyo núcleo componen los líderes de tres sectores de actividad: Armando Cavalieri de la Federación Argentina de Empleados de Comercios y Servicios (FAECyT), Oscar Lescano de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLyF), y Carlos West Ocampo de la Federación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA).