INVESTIGADORES
SALGADO Leonardo
capítulos de libros
Título:
LOS DINOSAURIOS DEL NEOCOMIENSE (CRETÁCICO INFERIOR) DE LA PENÍNSULA IBÉRICA Y GONDWANA OCCIDENTAL: IMPLICACIONES BIOGEOGRÁFICAS
Autor/es:
JOSÉ IGNACIO CANUDO Y LEONARDO SALGADO
Libro:
DINOSAURIOS Y OTROS REPTILES MESOZOICOS DE ESPAÑA
Editorial:
Instituto de Estudios Riojanos, Universidad de La Rioja
Referencias:
Lugar: Logroño, España; Año: 2004; p. 251 - 268
Resumen:
Aclaración: la publicación figura con fecha de publicación 2003, pero fue efectivamente publicada en 2004.  La distribución de las masas continentales es uno de los principales factores de distribución de las faunas de dinosaurios durante el Mesozoico. Al final del Jurásico comienza una significativa ruptura de los continentes del hemisferio norte (Laurasia) y del hemisferio sur (Gondwana), que se acentúa al comienzo del Cretácico con la ampliación del Tethys. Esta separación está bien documentada durante el Neocomiense (pre-Aptiense) por los datos geológicos. La presencia simultánea en las provincias lauriasiática y gondwánica de ciertos taxones en esa época, podría explicarse por dispersión o vicariancia. La primera hipótesis supone la formación de uniones intercontinentales que franqueen la barrera que supone el Tethys. La segunda supone la partición de una especie ancestral y una evolución vicariante separada en las dos provincias. Con el fin de conocer aspectos relativos a la historia biogeográfica de las faunas neocomienses de dinosaurios de la Península Ibérica, se las ha comparado con las de Gondwana, al ser la masa continental de Laurasia más cercana a este último paleocontinente. El registro fósil de restos directos de dinosaurios neocomienses en Gondwana es escaso, posiblemente debido a la ausencia de yacimientos. En Africa se han recuperado en tres áreas. La más antigua (Berriasiense) se encuentra en Marruecos. Por el momento el yacimiento de Anoual solo ha dado restos de microvertebrados entre los que se han citado dientes aislados de Theropoda  y Ornithopoda indeterminados. De más interés es el área situada Sudáfrica en la formación Kirkwood, datada como Valanginiense. En esta formación se han descrito un terópodo Coeleurosauria basal Nqwebasaurus thwazi. Entre los saurópodos se han reconocido camarasauromorfos, titanosauriformes basales y Algosaurus bauri que podría estar relacionado con los rebaquisáuridos. Entre los ornitópodos se ha citado un posible iguanodóntido derivado de pequeño tamaño. Los Thyreophora están representados por un estegosáurido Paranthodon africanus. También en Sudáfrica, pero con una edad imprecisa que podría ser Neocomiense se conoce un posible Dryosauridae descrito como Kangnasaurus coetzeei. Los dinosaurios más modernos del Neocomiense africano se han descrito en el Niger (Hauteriviense - Barremiense). Se ha descrito el terópodo Afrovenator abakensis.  Inicialmente se clasificó como un Spinosauroidea, aunque recientemente se ha considerado como una forma más derivada, al ser el grupo hermano de Avetheropoda. También se ha descrito el eusaurópodo basal Jobaria tiguidensis. En Sudamérica los restos de dinosaurios neocomienses provienen de la formación La Amarga de edad Hauteriviense – Barremiense. En estos materiales se ha descrito el terópodo Ligabueino andesi y el saurópodo dicraeosáurido Amargasaurus cazaui. En la Península Ibérica los restos de dinosaurios del Neocomiense se encuentran en la Cordillera Ibérica distribuidos en las provincias de Teruel, Zaragoza, Cuenca, Soria, La Rioja y Burgos. Son especialmente abundantes en el Hauteriviense - Barremiense. Sin embargo hay pocas determinaciones genéricas debido a que suelen ser restos fragmentarios. Presentan similitud con los restos del weald europeo. Faunísticamente es lo que algunos autores han llamado la biozona superior del Weald europeo y español. Se caracteriza por ornitópodos del género Iguanodon, pequeños ornitópodos como hypsilofodóntidos, acorazados como el nodosáurido Polacanthus y terópodos como Baryonyx. Además presentan singularidades como el terópodo ornitomimosaúrido Pelecanimimus polyodon, el saurópodo titanosauriforme Aragosaurus ischiaticus y el recientemente descubierto rebaquisáurido de Salas de los Infantes. De manera fragmentaria se han citado dientes aislados de terópodos dromaeosaurinos, velociraptorinos, cf. Richardoestesia,   "paranychodontidos" (podrían ser de Aviale) y grandes "carnosaurios". Entre los saurópodos se han encontrado dientes de Euhelopodidae, camarasauromorfos, y titanosauriformes basales (cf. Astrodon). Entre los ornitópodos se han encontrado dientes morfológicamente asignables a un hadrosáurido indeterminado. Los acorazados además podrían estar representados por material fragmentario de un estegosáurido indeterminado. Comparando el registro conocido en el Neocomiense de Gondwana y de la Península Ibérica se observa que carecemos de elementos comunes en entidades a nivel familar o suprafamiliar. Hay dos posibles excepciones que vamos a discutir con más detalle. Los iguanodóntidos y los rebaquisáuridos, siempre y cuando Algosaurus se incluya en esta familia. El iguanodóntido de la formación Kirkwood esta representado por ejemplares juveniles que presentan un carácter derivado como son dientes sin crestas laterales. En los iguanodóntidos conocidos en Laurasia los dientes tienen crestas laterales, lo que supone una cierta duda que este ornitópodo pertenezca a esta familia. Por otra parte Rebbachisauridae es el grupo hermano de Diplodocidae + Dicraeosauridae. Estas dos últimas familias están presentes en el Jurásico superior de África y de América, por lo que es perfectamente posible que los rebaquisáuridos hayan estado presentes en ambos supercontinentes, al menos en el Jurásico Superior. Aquí se plantea una cuestión interesante ya que los rebaquisáuridos se encuentran bien representados en Gondwana recién a partir del Aptiense (Nigersaurus, Rebbachisaurus, Rayososaurus), si bien su primera aparición conocida es en el Barremiense de España. Una situación similar se da en otros dinosaurios considerados como el ornitópodo Valdosaurus o los espinosáuridos (incluyendo a los barionícidos). Estos taxones tienen un buen registro en el Barremiense europeo y en Africa a partir del Aptiense. Si bien esta singular distribución paleogeográfica puede deberse a un problema de registro, no puede descartarse la posibilidad de que varios de esos grupos se hayan extinguido localmente y reingresado a Gondwana en el Aptiense