INVESTIGADORES
STAGNARO Andres
capítulos de libros
Título:
¿Los trabajadores argentinos en el mundo? La participación sindical en la Organización Internacional del Trabajo, tramas globales y representatividad local
Autor/es:
LAURA CARUSO; ANDRÉS STAGNARO
Libro:
América Latina y la Historia Global: repensar el mundo
Editorial:
Siglo XXI -Clacso
Referencias:
Lugar: México DF; Año: 2023; p. 243 - 272
Resumen:
La participación sindical por la Argentina en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), su conformación, estabilidad y tensiones, junto a otros países latinoamericanos, permite visibilizar mejor que ningún otro elemento la acción activa que desplegaron los actores de la región latinoamericana en la constitución del vínculo con la OIT y en la propia historia del organismo en términos globales. El estudio de las delegaciones sindicales latinoamericanas y su participación en Ginebra, ilumina además la conformación, según nuestra hipótesis, de una cultura político-sindical estatizada, integracionista y así, internacionalizada, propia del siglo XX, basada en estructuras estatales y sindicales locales, pero desplegada e imbricada en redes y procesos internacionales. Estudiar la configuración de las delegaciones obreras argentinas en la primera mitad del siglo XX visibiliza los nexos entre el movimiento obrero local, regional, internacional, y la yuxtaposición de ambas redes, la sindical y la ginebrina en sus múltiples escalas. Muestra también la potente construcción del tripartismo, y la mutua participación de la OIT y América Latina en la consolidación creciente de esa burocracia internacional, siendo los delegados gremiales un actor fundamental.Este estudio sobre la participación sindical latinoamericana, y en particular la argentina, en la OIT, desde su creación en 1919 hasta la segunda posguerra, posee especial interés para reponer el sentido y lugar de América Latina en la historia de la propia OIT, sus iniciativas y limitaciones. Al presentar a la OIT desde nuestra región proponemos una perspectiva que contrasta con la narrativa oficial del propia organismo y la producción dominante en el campo académico, ambas centradas en el espacio europeo y sus redes del reformismo social (Van Daele, 2008). Este estudio recupera y dialoga así con la historia global, cuya mirada, en sus formulaciones menos ingenuas, ilumina nuevas dimensiones relacionales, circulaciones y conexiones que superan la unidireccionalidad eurocéntrica. (Conrad, 2017), para pensar procesos de cambio social mutuamente constitutivos. La presente contribución se articula así con una trayectoria incipiente y sostenida en la comunidad historiográfica latinoamericana, que ha desplegado esta perspectiva impulsada por la crítica al sesgo euroasiático de la historia global en curso en los países centrales. (Sánchez Román, 2018) Como sostiene Sergio Serulnikov (2020), en América Latina calaron hondo enfoques como la historia conectada o cruzada, ante la preocupación por las ?conexiones, transferencias e intercambios que entrelazan aspectos específicos de nuestras sociedades con el resto del planeta?. A pesar del creciente interés por abordar los organismos internaciones, y fundamentalmente la OIT (Maul, 2017; Jensen y Lichtenstein, 2016) la ausencia relativa de América Latina continúa como deuda o problema, en gran parte por el carácter universalizador de tales instituciones y sus estándares basados en los países centrales (Kott, 2013). En la historia de la OIT dicha región fue clave: allí se organizó por primera vez una Conferencia Regional del Trabajo para atender a las particularidades regionales (Santiago de Chile, 1936), y allí también se llevaron adelante iniciativas que impactaron a nivel global como lo relativo al trabajo indígena (Barragán, 2017) o las consideraciones y redefiniciones del trabajo esclavo y trabajo forzado en Brasil (Ferreras, 2017). Con todo, este capítulo apunta a trascender dos fronteras de la producción de historia global desde Argentina. Primero, la presencia de la historia social y del mundo del trabajo, en un campo que está fuertemente marcado por la historia política (Sábato, 2018, Macías, 2017) y por la historia cultural y la circulación de saberes (Tato, 2018, Tossounian, 2017, Ferrari, 2013). Segundo, ponderar el rol histórico de América Latina en su participación sindical, en este caso, en el campo de la regulación del trabajo a nivel mundial y en la historia de la centenaria OIT, conformando una contrapropuesta en el marco de la historia global: repensar la historia desde la perspectiva latinoamericana.