Un camino hacia la Etnohistoria desde la Antropología de la Religión

JULIA COSTILLA

Buenos Aires

Jornada; Jornadas 25 años de Etnohistoria en Argentina; 2010

Sección Etnohistoria, Facultad de Filosofía y Letras (UBA)

La presente exposición está orientada a reflexionar sobre mi trayectoria personal como integrante de la Sección Etnohistoria y como antropóloga formada dentro de este equipo de trabajo. Partiendo de mis primeros acercamientos a la Etnohistoria en tanto campo de conocimiento y, paralelamente, en tanto equipo de investigación del Instituto de Ciencias Antropológicas de esta Facultad (FFyL, UBA), describiré de qué manera se fue gestando mi interés por trabajar en torno a la misma y bajo qué circunstancias (metodológicas, teóricas, operativas, estratégicas, etc.) se fueron reconfigurando mis temáticas de investigación en relación con una permanente, y casi siempre necesaria, articulación entre intereses personales y condicionamientos académicos e institucionales. Comentaré también cuáles han sido las principales dificultades, replanteos y desafíos -tanto teórico-metodológicos como personales- que se presentaron en relación con mis temas de investigación, ligados desde el comienzo a la Antropología simbólica, particularmente a una Antropología de la religión. En relación a este punto entonces trabajaremos sobre tres ejes principales: los desafíos y complejidades propios de nuestro tema en relación con sus marcos espacio temporales y sus unidades de análisis; los desafíos y dificultades relativos a la perspectiva disciplinar -en este caso interdisciplinar o transdisciplinar- desde la cual es abordado; y las tensiones y replanteos que esta perspectiva interdisciplinar/transdisciplinar genera constantemente respecto de nuestra propia identidad como investigadores, particularmente dentro del ámbito institucional de la Universidad de Buenos Aires. Así, creo que tales reflexiones conllevan (o deberían conllevar) un inevitable replanteo acerca de qué entendemos por Etnohistoria, como así también de cómo definimos muchas veces nuestra práctica profesional a partir de marcos y pertenencias institucionales que condicionan nuestra propia identificación como investigadores.  En lo personal, y a propósito de esa constante tensión entre rechazar los rótulos y caer en ellos forzosamente en razón de los requerimientos institucionales, pienso que a la hora de definir mi práctica de investigación la mejor forma de describirla es refiriendo a una Antropología histórica de la religión, aún cuando esa definición parezca chocar con mi condición de integrante de la Sección Etnohistoria.