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Entre 1940 y 1956 se publicó, en Buenos Aires, la revista Saber Vivir, creada y dirigida por el gourmet chileno José Eyzaguirre. Durante toda su andadura, coincidente con el periodo de auge de la industria cultural y de la actividad editorial argentinas, la revista desarrolló un programa de formación del gusto y de orientación del consumo cultural en un sentido amplio, implicando diversos dominios como la gastronomía, la pintura, la decoración, la música, la arquitectura, el turismo, el cine y la literatura, entre otros. En lo que respecta a la cultura impresa, es importante la serie de artículos del presidente de la Sociedad de Bibliófilos Argentinos, Eduardo J. Bullrich, dedicados a las artes del libro, en que el acercamiento a los volúmenes se enfoca en su aspecto material y en las técnicas que intervienen en la construcción de los volúmenes a través de la historia, y se exponen, por medio de numerosas imágenes, las ediciones antiguas, raras o valiosas. Tanto o más interesantes, en este sentido, resultan las notas sin firma o firmadas por el propio Bullrich, acerca de las colecciones o las bibliotecas personales de reconocidos bibliófilos y personalidades del mundo del libro, argentinos y latinoamericanos, en las que se exhiben fotografías no sólo de algunos de los volúmenes que las componen, sino también de la decoración y el mobiliario de los gabinetes, de modo que inciden también en otros condicionantes de la lectura como práctica, además del soporte material del texto, al tiempo que establecen cruces con otras zonas de la revista, atinentes a la formación del gusto en arquitectura y diseño de interiores específicos. La ponencia propuesta aborda estas dos secciones de Saber Vivir, considerando los lineamientos programáticos de la revista y su contexto de producción.

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