INVESTIGADORES
PLA Jesica Lorena
congresos y reuniones científicas
Título:
Movilidad social y percepciones sobre la desigualdad y la cuestión social: aplicación del modelo de inconsistencia de status. Argentina 2009.
Autor/es:
PLA, JÉSICA
Lugar:
Viña del Mar
Reunión:
Conferencia; Conferencia Vínculos sociales y Ciudadanía: Interacciones y cohesión social; 2017
Institución organizadora:
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social-COES
Resumen:
En Argentina, como en muchos países de Latinoamérica, hasta comienzos del siglo XXI la temática de la movilidad social no formaba parte de las ciencias sociales locales, hasta que en los últimos quince años la misma volvió a ser una fuente de proliferas investigaciones. De manera análoga, tampoco se ha estudiado en profundidad la relación entre los procesos políticos, la estructura de clases en general, y la movilidad social en particular, aún cuando esta problemática fue, en Argentina, fundante de la sociología como ciencia a mediados del siglo pasado. Los estudios que existen, se han abocado a estudiar la relación entre clase y voto (Cantón y Jorrat, 2000 entre otros).En esta ponencia se presentarán los resultados de una investigación que trianguló técnicas cuantitativas y cualitativas, y que se llevo adelante durante los primeros años de la segunda década del siglo XXI, combinaba los abordajes tradicionales de la movilidad social, (Goldthorpe 1987; Cachón Rodríguez 1989; Erikson y Goldthorpe 1992; Torrado 1992; Echeverría Zabalza 1999; Filgueira 2001; 2007 ) con las tradiciones teóricas que han puesto foco en analizar las formas de gestión de la cuestión social (Grassi, Hintze, Neufeld 1994; Castel 2003; Grassi 2003; Rosanvallon 2006; Donzelot 2007; Grassi y Danani 2009), con el objetivo de abordar los cambios en los procesos de movilidad social en la primera década del siglo veintiuno desde múltiples dimensiones.El objetivo general de nuestro proyecto fue caracterizar el vínculo entre los procesos de movilidad social (y las trayectorias que configuran), los modos de intervención estatal, las condiciones de vida y las representaciones que los sujetos se hacen sobre la política. Más en particular, dar cuenta de la manera en la cual las trayectorias de clase configuran representaciones diferenciales sobre el modo en que el Estado debe abordar la cuestión social, la desigualdad y las consecuentes orientaciones políticas que de estos emanan. Particularmente, se sostiene que estas divergencias ? heterogeneización de los procesos de subjetivación tuvo efectos en términos de la producción - desintegración del lazo social.Partimos de una caracterización económico ? política del periodo kirchnerista que señala al año 2007 como un punto de quiebre que indica el comienzo6 de un nuevo vínculo entre la cuestión social y las políticas sociales como modo de resolver desigualdades estructurales extendidas durante la era neo-liberal (Danani y Hintze, 2011; Hintze y Costa, 2011). Uno de los ámbitos en donde las ?contrarreformas? de las políticas sociales se hicieron más intensas es en el de la seguridad social, en particular en el sector previsional y en las asignaciones familiares. Este cambio reformula la relación entre seguridad social y asistencia y establece nuevo espacio de confrontación de los riesgos que había sido relegado en el modelo anterior (Danani y Hintze, 2011; Hintze y Costa, 2011). Ahora bien, el resquebrajamiento del consenso neoliberal en tanto roles y formas de intervención estatal no necesariamente fue acompañado por un resquebrajamiento de los valores y principios en los cuales la sociedad organizó la vida común (Danani, 2010), conformó una normalidad y subjetividades alrededor de la misma (Danani y Grassi, 2009), con explicaciones y justificaciones sobre la desigualdad social (Perez Saínz, 2010). Este nuevo espacio, entra en tensión con la ideología neoliberal de individualización y responsabilización, no sólo en términos abstractos sino en el sentido de normalidades y sentidos que explican (justifican) el propio lugar en la estructura social.De manera particular, en esta ponenc ia presentaremos los resultados de aplicar una técnica de análisis cuantitativa , que tiene el mérito de ser la primera vez que se aplica para América Latina: El modelo de inconsistencia de status(Graaf, 1995).Este modelo permite poner en relación el origen social y las percepciones sobre la desigualdad, la cuestión social, la redistribución, y las orientaciones políticas.La hipótesis a testear sostiene que las preferencias individuales tienen correlación con la clase social, pero de manera específica, con la trayectoria de movilidad social, pudiendo distinguirse dos hipótesis específicas: el peso del origen (herencia de valores) o el peso del destino (aculturación) en la explicación de la variable dependiente.Para hacerlo, pone en relación, a partir del Diagonal Mobility Model, las diferencias en las percepciones entre quienes reproducen su clase de origen y quienes se mueven de ella. De manera particular el modelo de inconsistencia de status propuesto por Omar Lizardo ?Diagref?, ajusta a modelos de regresión gaussiana, logit y poisson que incorporan la parametrización no lineal de Sobel (1981) de los efectos de "inconsistencia de dos variables independientes R y C, codificadas de forma idéntica. El modelo se estima a través de una probabilidad de regresión de la variable dependiente contra la variable de fila (origen) y de columna (destino), así como un set de varia variables de control (Sorenson, 1989; Hendrickx, Graaf, Lammers y Ultee, 1993)Se utilizó como fuente de datos el modulo Social Inequality IV de la International Social Survey Programme - ISSP 2009. Los módulos ISSP Social Inequality abordan temas tales como actitudes hacia la desigualdad de ingresos, legitimación de la desigualdad, avance de carrera por medio de antecedentes y redes familiares, clivajes sociales y conflictos entre grupos, así como preguntas sobre la posición social actual y de origen que permite reconstruir las trayectorias de movilidad social. El módulo de Desigualdad Social IV consiste en 47 preguntas de actitud y 13 preguntas de background, además de otras opcionales, y tiene información detallada de las mismas para 42 países (algunos sólo disponibles por pedido), de diferentes continentes.La movilidad social se mide a partir del esquema de clases Erikson, Goldthorpe y Portocarero (Goldthorpe y Heath, 1992). En este esquema, las clases distinguen posiciones dentro de los mercados de trabajo y de las unidades de producción en términos de las relaciones de empleo que involucran. En particular, pretenden dar cuenta de dos distinciones: entre aquellos que poseen los medios de producción y aquellos que no y entre estos últimos en cuanto al tipo de relación con su empleador. De este modo, la diferencia central radica entre posiciones que son reguladas por un contrato de trabajo y aquellas que se regulan por una relación de ?servicio?. En la primera relación hay un intercambio específico de salarios por un esfuerzo y el trabajador es supervisado en forma relativamente cercana; mientras la relación de servicio involucra un intercambio más difuso. Las dimensiones que permiten diferenciar un tipo de relación de otro son el grado de calificación o expertise, y la dificultad de monitoreo de la actividad. La relación de servicios involucra incentivos hacia los empleados: seguridad laboral, oportunidades de carrera, etc.En relación a las variables dependientes, se ha focalizado en primer lugar sobre dos preguntas: -V34 Q6c The government should provide a decent standard of living for the unemployed.- Q6d The government should spend less on benefits for the poor. La elección de las mismas, en una primera etapa exploratoria, radica en que permite reconstruir las concepciones sobre la obligación estatal a personas que no pueden reproducir su vida en el mercado de trabajo. Asimismo, la distinción entre la figura del trabajador y la de pobre, permitió encontrar algunas diferencias significativas entre las trayectorias de clase, particularmente entre las esquinas de la estructura social. De manera general se puede distinguir en todas las clases aparece un mayor grado de acuerdo con la frase relacionada a que el gobierno debería gastar menos en beneficios para los pobres, siendo menos marcado ese acuerdo en relación a la figura de desocupado. En este último caso la protección aparece asegurada a la categoría de trabajador. En el segundo al pobre. De este modo estaríamos ante una diferencia que nos hace pensar en la forma en que se constituyo el modelo de integración social basado en el empleo en Argentina, y la forma en que, reformas neoliberales mediante, construyeron la figura del asistido como una figura no ?merecedora? de la intervención estatal. Las contrarreformas en el ámbito de la seguridad social de la segunda década del nuevo siglo atentan contra ese sentido común, generando efectos de distinción ? confrontación entre las clases sociales.La profundización de los abordajes en este sentido, permitirá hacer conclusiones novedosas sobre el devenir histórico político del país, y en particular sobre la heterogeneidad de los procesos de subjetivación que abren paso a una profundización de la fragmentación social.