La internacionalización de la Revolución de Octubre. Algunas cuestiones nodales en torno de la centralidad rusa en la Comintern

PIEMONTE, VÍCTOR AUGUSTO

San Martín

Simposio; Lecturas sobre la Revolución Rusa; 2017

Universidad Nacional de San Martín

En los primeros momentos posteriores a la incorporación oficial del PCA en la IC, los líderes comunistas argentinos no habían ahorrado en críticas contra los delegados que sucesivamente habían llegado desde Moscú con mandato para supervisar las actividades del partido. Tampoco se habían destinado esfuerzos serios para dar cumplimiento a los pedidos de información periódica, señalados por el CE de la IC como una función de primer orden para el adecuado trazado organizativo de las tareas generales de los partidos. No obstante, bien distinto fue el comportamiento del PCA cuando la mayoría de su dirección se encontró ante la necesidad de enfrentar el surgimiento de facciones, para lo cual debió obtener por parte de la IC el reconocimiento de que conformaba ella y no estas últimas la auténtica encarnación del comunismo oficial en el país. A su vez, el PCA requería de la IC el reconocimiento de su papel como primer partido comunista de América Latina y reclamaba en base a su antigüedad la asistencia para la fundación y organización de partidos comunistas en los países vecinos. Fue entonces cuando los miembros del CC del PCA se autoproclamaban disciplinados interlocutores en la región del PCUS y la IC. En este sentido, la unificación de criterios efectuada por la Comintern acerca de la existencia de una estructura socioeconómica unificada para el conjunto de América Latina podía ser aprovechada por el PCA para consolidar su papel de promotor del trabajo comunista en Sudamérica. La situación de semicolonialismo denunciada y la solución de una revolución democrático-burguesa diagnosticada por la IC pasó entonces a ser compartida por la dirección del PCA.