INVESTIGADORES
BAER Luis Enrique
capítulos de libros
Título:
Buenos Aires, una metrópolis entre cambios e inercias tras la crisis
Autor/es:
PABLO CICCOLELLA, LUIS BAER Y LORENA VECSLIR; BAER, LUIS; VECSLIR, LORENA
Libro:
Dos grandes metrópolis latinoamericanas: Ciudad de México y Buenos Aires.
Editorial:
El Colegio de México
Referencias:
Lugar: Ciudad de México; Año: 2015; p. 129 - 157
Resumen:
Durante los años noventa se consolidó en la Argentina un marco jurídico y macroeconómico favorable a la inversión extranjera directa y a la desregulación económica. La privatización de los servicios públicos y el abandono de políticas sociales, son algunos ejemplos de este proceso que redujo al Estado a su mínima expresión en la construcción directa de vivienda, la provisión de servicios urbanos e infraestructura pública y en la asistencia social a los sectores más vulnerables de la población. Subordinado a una lógica de maximización del beneficio, en provecho del sector privado; este ?modelo? de desarrollo no tardó en mostrar uno de sus síntomas más evidentes en Buenos Aires: el empobrecimiento y deterioro de extensas áreas de la metrópolis y la modernización simultánea de unos pocos enclaves territoriales de la misma. Asimismo, el desarrollo de una política económica basada en lineamientos generales como ?apertura?, ?flexiblización?, ?ajuste? y ?desregulación? provocó el aumento del desempleo, la pobreza, la indigencia y la desigualdad hacia cifras jamás registradas antes en la historia económica y social del país. En síntesis, los años noventa fueron el escenario temporal de la construcción de la ciudad neoliberal, o, en otros términos, fueron los años de la instalación de un proyecto hegemónico de ciudad vinculada a los sectores más concentrados del capital y a los sectores sociales con mayores ingresos.Como contrapartida del proceso de deterioro y empobrecimiento, diferentes tipologías de urbanizaciones cerradas (UC) y grandes equipamientos de consumo se expandieron en la periferia metropolitana a un ritmo nunca antes experimentado. Al mismo tiempo, el tejido urbano tradicional de la ciudad de Buenos Aires se vio alterado por la construcción de numerosas torres residenciales, construidas para satisfacer las demandas habitacionales de los estratos socioeconómicos de mayor poder adquisitivo.La crisis institucional y de gobernabilidad de 2001, puso de relieve los límites del modelo neoliberal de los años noventa, redefinió las tendencias de aquellos procesos, alteró las tensiones entre lo público y lo privado, e impulsó un debate inédito sobre la ciudad y la metrópolis, no sólo en foros especializados, en la esfera gubernamental y en el debate político, sino también ?y principalmente- en la propia ciudadanía.Por su parte, la posterior reactivación económica desde fines de 2002 reinstaló la afirmación de nuevos sectores medios-altos de la sociedad, con un patrón de autosegregación territorial similar al de los años noventa (torres en la ciudad y UC en la periferia) y la expansión de los asentamientos precarios, aunque con algunas intervenciones puntuales del estado local y provincial para integrar a la ?ciudad formal? dichos asentamientos. Los cambios de contexto político, social y económico experimentados luego de la crisis no significaron así, un replanteo sustantivo del conjunto de los procesos territoriales conformados en la década precedente, especialmente en lo que se refiere a las pautas de segregación y fragmentación del territorio metropolitano. A su vez, los conflictos vinculados al acceso a la vivienda (crecimiento de asentamientos precarios, ocupaciones de inmuebles y desalojos forzados) aumentaron a un ritmo vertiginoso.A diferencia de la década precedente, los distintos niveles de gobierno han intentado retomar las riendas del planeamiento territorial. Se re-estatizaron ciertos servicios urbanos (básicamente agua y saneamiento) y se realizaron algunas intervenciones para afrontar problemas tan urgentes como el acceso al suelo y la vivienda. Sin embargo, tales acciones parecen ser hoy insuficientes o inadecuadas para revertir el agravamiento paulatino de las condiciones del hábitat popular y del de los sectores medios.Tanto la especulación inmobiliaria, como el crecimiento del déficit habitacional han dado lugar al incremento de las demandas ciudadanas y populares en los años dos mil y estas demandas se han ido organizando en diferentes movimientos vinculados a la problemática del suelo urbano, la vivienda y el urbanismo; potenciando un debate inédito sobre el modelo de ciudad y la gobernabilidad metropolitana, liderado por la ciudadanía en general y algunos movimientos populares en particular.Este estado de situación sugiere una hipótesis central que este trabajo intenta abordar: entre 2003 y 2010 ha habido una mejoría sustancial de los indicadores macroeconómicos y socioeconómicos respecto de los años noventa, pero ello no implicó un cambio en el patrón de desarrollo urbano; es decir que se ha dado una especie de continuidad fantasmagórica o inercial del modelo de los años noventa: la ciudad neoliberal excluyente, privatizada y elitista; aunque con ritmos e intensidades diferenciados, tanto en las escalas temporales como en las territoriales. Intentaremos mostrar algunas claves de este proceso en los próximos apartados, centrándonos en el análisis de la evolución de los indicadores socioeconómicos y en las dinámicas del sector inmobiliario y sus consecuencias sobre la estructura y la morfología de Buenos Aires y su región metropolitana