INVESTIGADORES
SALERNO Melisa Anabella
congresos y reuniones científicas
Título:
Cuántas y quiénes fueron las personas enterradas en el cementerio de la misión salesiana Nuestra Señora de La Candelaria (Río Grande, Tierra del Fuego). Cruzando datos
Autor/es:
MELISA A. SALERNO; ROMINA C. RIGONE; RICARDO GUICHÓN
Lugar:
Rosario
Reunión:
Congreso; VII Congreso Nacional de Arqueología Histórica; 2018
Institución organizadora:
Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario
Resumen:
En cada lugar de América, el proceso de interacciones entre occidentales e indígenas dio lugar a una importante diversidad de expresiones. El extremo austral del continente es un fiel reflejo de estas singularidades y complejidades. Parte de la evidencias sobre las dinámicas que tuvieron lugar en cada uno de estos escenarios ha quedado registrada en cementerios históricos. A partir del 2006 se inicia un programa de investigaciones orientado a interpretar las formas que cobraron las interacciones entre indígenas y occidentales en Patagonia Austral. Desde ese entonces, diferentes líneas de trabajo hicieron foco en problemáticas y evidencias particulares, generando un importante cúmulo de información. Bajo un marco interdisciplinario, los actuales desafíos del programa están orientados a re-imbrincar el entramado de relaciones que -al menos, en parte- nuestras estrategias disciplinares pudieron haber invisibilizado. En este sentido, el cruce de la información surgida desde diferentes líneas de evidencia y aproximaciones resulta crítica. Uno de los contextos de estudio considerados por el programa de investigaciones ha sido la misión salesiana Nuestra Señora de La Candelaria. La misma se estableció en Río Grande (Tierra del Fuego, Argentina) en 1893 con el propósito de "evangelizar" y "civilizar" a los selk'nam, en un contexto donde el estado nacional buscaba consolidar su soberanía sobre la región, y la búsqueda de oro y el establecimiento de estancias para la cría de ovejas desató conflictos con los grupos indígenas. Después de sucesivas relocalizaciones, la misión se instaló definitivamente en 1897 en el emplazamiento de Cabo Domingo, donde funcionó hasta 1947 (cuando pasó a desempeñarse como escuela agrotécnica). La Candelaria supuso un espacio de interacciones sostenidas entre indígenas y occidentales. Entre estos últimos, no sólo se encontraron los miembros de la comunidad religiosa (salesianos e Hijas de María Auxiliadora), sino también otros actores que trabajaron en la misión o acudieron a ella para encontrar alojamiento, recibir servicios religiosos, abastecerse o intercambiar productos, entre otros. Para conocer el impacto biológico y cultural que pudieron traer aparejadas las relaciones interétnicas en La Candelaria, parte del trabajo de campo se concentró en el cementerio de la institución. Contando con el interés de los grupos locales, entre 2006 y 2013 se condujeron exhumaciones en el lugar (33 individuos). Los estudios efectuados sobre los esqueletos buscaron definir su perfil biológico. Por su parte, los análisis realizados en torno a los objetos están procurando discutir la diversidad de prácticas mortuorias. Vale la pena señalar que recientemente el proyecto ha comenzado a explorar la posibilidad de identificar los esqueletos exhumados (que constituyen NN por la ausencia de lápidas). Por todo esto, resultó y aún resulta relevante conocer cuántas y quiénes fueron las personas enterradas en el contexto de estudio. En esta presentación re-analizamos la información generada al respecto. El cementerio asociado a la instalación definitiva de La Candelaria cuenta con una treintena de estructuras y lápidas en superficie. Atendiendo a las referencias historiográficas que sugerían que allí podrían haber sido enterradas muchísimas más personas (mayoritariamente indígenas, que murieron como resultado de enfermedades infecto-contagiosas), la atención debió ser especialmente puesta sobre la información provista por los documentos misionales. Hace unos años, la Dra. Casali efectuó una importante contribución historiográfica al estudio de la población del cementerio. Como parte de ese trabajo, y a partir de documentación disponible en el Museo Monseñor Fagnano, entre 1896 y 1931 registró 272 defunciones. En esta presentación proponemos ampliar los estudios efectuados. Para atender al número de enterratorios, en primer lugar decidimos abordar el período de 1897 a 1946, cubriendo el lapso de funcionamiento de la última instalación de la misión. Para ello recurrimos a los registros del Libro de Defunciones, contrastando e integrando la información provista por el documento con aquélla proporcionada por el Diario de la Misión, la Crónica de las Hijas de María Auxiliadora y el relevamiento de datos a partir de las lápidas del cementerio. Para explorar la composición de la población enterrada, se consignaron para cada uno de los individuos su nombre, sexo, edad, etnicidad/nacionalidad, parentesco. En tanto el listado construido mediante el entrecruzamiento de datos del Libro de Defunciones, el Diario de la Misión, la Crónica de las Hijas de María Auxiliadora y las lápidas del cementerio presentaba datos faltantes, se buscó complementarlos mediante el abordaje de otros documentos que aportaron información biográfica sobre los individuos, como el Libro de Bautismos y Matrimonios de la misión. Los resultados obtenidos permitieron registrar más de 342 defunciones. Asimismo, contribuyeron a profundizar el conocimiento cualitativo y cuantitativo de la población enterrada en el cementerio. Los datos relevados permitirán repensar la representatividad de la muestra de esqueletos exhumados. Asimismo, aportarán material relevante para profundizar las líneas de investigación desarrolladas por el proyecto. En particular, el trabajo constituye un primer paso para continuar explorando la posibilidad de identificar los esqueletos exhumados (asociándolos a información biográfica). Es importante destacar que, al tratarse de un cementerio de tiempos recientes, desde el inicio del programa de investigaciones hemos puesto atención en la interacción con los miembros de la comunidad selk'nam. También entablamos vínculos con la Congregación Salesiana y los descendientes de los antiguos colonos, cuyos predecesores pudieron ser enterrados en el cementerio. De este modo, estamos intentando promover espacios de diálogo que permitan co-gestionar con otros actores estrategias multifocales (considerando la diversidad de cosmovisiones, perspectivas, singularidades y sensibilidades en juego). A lo largo del tiempo, esto nos está enseñando que las agendas que surgen desde nuestras miradas académicas y disciplinares pueden entrar en diálogo y tensión con las de otros. El desafío es estar dispuesto a que el encuentro y el reconocimiento de otras miradas puedan reorientar nuestras maneras de hacer ciencia.