Centro vitivinícola y región cultural en los 70: la ?Serenata a Cafayate? y su escenario social

ANDREA JIMENA VILLAGRÁN; IRENE LOPEZ

Santiago del Estero

Encuentro; 13 Encuentro de Jóvenes Investigadores; 2015

INDES UNSe El Colegio de Santiago

La Serenata a Cafayate, cuya primera edición tiene lugar en febrero del año 1974, es reconocida actualmente como un suceso trascendente en el plano cultural y musical, en tanto se trata del evento con el que Salta se inscribe en ?la agenda? nacional de Festivales Folklóricos y de la región que por excelencia representa a la provincia en la cartografía de los atractivos turísticos del norte, ?la tierra del sol y del buen vino?. Interesa aquí indagar este evento, que permite múltiples vías de entrada y análisis. Por un lado, nos proponemos reconstruir las condiciones de posibilidad que habilitan su realización, recomponer el contexto en el cual es promovido, los agentes que lo organizan y auspician en el marco de específicas distribuciones de poder y coyunturas políticas, así como evaluar los efectos e incidencia de este suceso a distintos niveles, en el orden de los sentidos y de los imaginarios, en la prefiguración de ese espacio como una región unificada por ciertos atributos ?naturales? y ?culturales?. Al mismo tiempo, se torna significativo entablar relaciones con las innovaciones propias de la reestructuración productiva que allí están ensayándose, sus consecuentes tensiones y la desarticulación de engranajes claves del ?sistema tradicional de relacionamiento?, del entramado patrón-peón y del predominio de la forma residencial en la organización del trabajo vitivinícola. Indagar la gestación de este evento en los años 70 permitirá atender al desplazamiento de ciertas prácticas cotidianas hacia un nuevo ámbito, que va contorneándose como público, y a la resignificación y articulación de éstas bajo la forma de espectáculo. Tanto la ?guitarreada?, práctica habitual de los aficionados a la música folklórica, que en sus señoriales casonas solían homenajear a invitados y amigos con extendidas veladas; como la romántica ?tradición? de ofrecer el canto por distintas casas -serenatas bajo un balcón-, y la celebración del fin de la cosecha en la fincas -instancia en la que los patrones agasajaban a sus cosecheros-, serán desde entonces proyectadas como ?regalo? a todo el pueblo.